«Es pronto para decirlo, pero puede que cada vez haya más temporales en el Cantábrico»
Investigadora en el centro que el Instituto Español de Oceanografía dispone en Santander, ha participado en las I Jornadas Técnicas sobre el Golfo de Bizkaia, organizadas por Mare Fondum y Bajoelagua Factory, en el Museo Marítimo de Bilbo. «Variabilidad climática en el Golfo de Bizkaia» fue el tema de su conferencia, donde expuso los últimos datos sobre el calentamiento del agua marina.
Joseba VIVANCO |
Desde 2007, una boya océano-meteorológica al norte de Cabo Mayor, a 22 millas de la costa cántabra y a 2.500 metros de profundidad, estudia cómo el calentamiento global del planeta afecta a un área muy concreta como es el Golfo de Bizkaia. Una herramienta más de la que se ha dotado el centro del Instituto Español de Oceanografía (IEO) sito en Santander, que desde los noventa viene investigando las posibles variables en este ecosistema marino.
El aumento de la temperatura del agua marina se esgrime como una de las consecuencias del calentamiento global. ¿Qué nos dicen al respecto las aguas del Golfo de Bizkaia?
Concretamente, en la radial de Santander y durante los años que se ha monitorizado la temperatura, tanto en superficie como a profundidad, se ha detectado un calentamiento de diversa magnitud. Y también en otras zonas. En ésta del sur del Golfo de Vizcaya, en superficie y en los últimos 15 años se ha detectado medio grado de incremento. En aguas intermedias, en las que corresponden al Agua Central NordAtlántica y al agua de origen mediterránea, ese calentamiento ha sido de 0,2ºC por década.
Se argumenta que una elevación de temperatura del agua conlleva una elevación del nivel del mar. ¿Se está notando?
La elevación del nivel del mar viene dada por dos elementos: uno, los aportes de agua del deshielo, y otro, por la expansión térmica debida al calentamiento de las masas de agua; pero no es fácil separar esos efectos. En la serie de tiempo de nivel del mar de la que disponemos desde 1943, el incremento calculado en este tiempo es de unos 2 milímetros al año, coherente con el resto.
¿Cómo hay que interpretar esta subida del nivel marino?
Lo que nos indica una subida es el cambio que se está produciendo y la tasa de esa variación. Los efectos se van a observar sobre zonas más fácilmente inundables y hay que tener en cuenta estos datos a la hora de realizar actuaciones sobre la zona costera, sobre la que ya se ejerce una gran presión.
¿Inciden en el Golfo de Bizkaia los cambios marinos que pueda haber en otras latitudes?
Hay varios aspectos que inciden en el calentamiento de las masas de agua. Uno es el forzamiento meteorológico, donde años más cálidos durante los últimos tiempos han influido en las masas de agua superficial; por otro lado, también influye el forzamiento meteorológico en las zonas de formación de las masas de agua. Así, parece que el agua Central NordAtlántica, la que viene del norte del Atlántico entre Europa, EEUU y Canaá, y que se produce en el norte del Golfo de Vizcaya puede haberse formado algo más cálida debido a la producción de agua durante inviernos moderados.
¿Se están percibiendo cambios en el comportamiento de la fauna marina en nuestro área debido a esos cambios o es pronto para hablar de ello?
Se están produciendo cambios, pero es difícil establecer una causa directa. Se constata un aumento de especies tropicales en zonas de latitudes más altas, así como también cambios en la época de la pesquería. Por ejemplo, en el caso de la caballa se observa en los últimos años mayor abundancia en zonas de Islandia. En el Cantábrico se observa un cambio en la época de pesca; de abril, que eran los máximos de pesquería, a marzo, en el periodo comprendido entre los años 2000 y 2006.
Otro de los aspectos que ha llamado la atención en los últimos tiempos ha sido la advertencia sobre la posibilidad de que el litoral cantábrico tenga que acostumbrarse a temporales de la mar con más asiduidad y olas de mayor tamaño. ¿En qué se sustenta?
La serie histórica que posee el IEO de oleaje es muy corta, desde 2007, pero, no obstante, considerando la serie de Puertos del Estado, más amplia, en estos últimos años ha habido importantes temporales azotando nuestras costas o récord de oleaje, como el registrado el 26 de enero de este año en que se midieron frente a Santander 26 metros de ola.
¿Se puede aventurar que vaya a ser una dinámica a futuro?
Es pronto para decirlo, pero las indicaciones van en ese sentido. En el último año hemos encontrado tres episodios récords de altura de ola. Nuestra seria temporal es corta, como le decía, pero la de Puertos del Estado, que funciona desde 1990, tampoco había detectado en este tiempo olas tan elevadas.