Derrota en San Mamés
El cambio de ritmo se hace esperar
El Athletic encajó su segunda derrota consecutiva en San Mamés en un flojo partido. El Sporting, mejor plantado, tiró de pegada en el segundo tiempo para aprovechar sus dos mejores ocasiones. Gaizka Toquero acortó distancias en los últimos minutos.
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Amaia U. LASAGABASTER | BILBO
El Athletic quería dar un golpe sobre la mesa pero se llevó uno en el morro. Se lo propinó un Sporting mejor plantado y con la pegada justa para aprovechar sus dos ocasiones más claras.
Los rojiblancos ansiaban demostrar, y demostrarse, que la reacción que les permitió rescatar un punto en Valladolid iba más allá de un ataque de rabia puntual; que el equipo que acometerá el maratón que arrancó ayer en San Mamés se parecerá más al que inició la temporada que al que empalmó las derrotas ante Tenerife, Sevilla y Werder. Deseaban, por encima incluso de la calidad del juego que pudieran ofrecer, sumar tres puntos que, como técnico y jugadores han insistido a lo largo de la semana, les permitieran afrontar las próximas citas con la confianza por las nubes.
No lo consiguieron y ni siquiera estuvieron cerca de hacerlo, por mucho que el postrero tanto de Toquero encendiera la chispa de la esperanza. Si San Mamés lloró con la segunda derrota consecutiva de los bilbainos como locales fue porque el Athletic jugó peor que su rival. Le faltaron ideas y chispa, y se vio maniatado durante casi todo el partido por un Sporting al que sólo le faltó profundidad, lo que estuvo a punto de costarle dejarse algún punto en Bilbo.
Es evidente que el equipo rojiblanco afrontaba el encuentro con nueve bajas, pero no es menos cierto que casi todos los hombres que jugaron de inicio lo habían hecho ya, en partidos importantes, y con la plantilla en plenas condiciones. Vamos, que el once que saltó al césped no estaba compuesto precisamente de retales.
Aunque lo pareció de inicio porque las conexiones brillaron por su ausencia. El Sporting presionó primero para inutilizar a su rival y fue subiendo después con cada vez más descaro para intentar noquearlo. Le costó muchos minutos conseguirlo, por lo que fue su mayor déficit. El equipo de Manolo Preciado llegaba a las inmediaciones del área local, pero apenas lograba rematar a puerta.
Lo cual no evitó que en San Mamés se sufriera. Una escapada de Luis Morán o un centro de Diego Castro provocaron la subida de pulsaciones en el graderío de la Catedral. Enfrente escaseaban las señales de vida aunque, mediado el primer tiempo, hubo un amago de reacción y también a Juan Pablo le tocó preocuparse. Buena parte de la culpa la tuvo Markel Susaeta, que se enrabietó tras un mal inicio; también Llorente, con un par de detalles de calidad. Pero a esos chispazos, como había sucedido con los del rival, no fueron suficientes para mover el marcador.
Pareció que la segunda parte comenzaba algo más equilibrada. Bien porque el Sporting, consciente de su falta de pegada, empezaba a mirar el empate con buenos ojos, bien porque el Athletic intentó dar un paso -pasito- adelante, el juego empezó a repartirse con mayor equidad. E incluso las ocasiones, como había sucedido en la recta final del primer tiempo, llegaban con más asiduidad por parte rojiblanca
Pero el Sporting tuvo ahora lo que le faltó entonces. Amorebieta cortó un contragolpe en la frontal del área y De las Cuevas transformó la falta en un chutazo a la escuadra. Intentó responder el Athletic, que por momentos dejó incluso de lado las individualidades para probar con un juego más elaborado, hasta entonces inexistente. Pero el Sporting volvió a presumir, quién lo hubiera dicho antes, de pegada y aprovechó su ocasión más clara del segundo tiempo para matar el partido: un contragolpe a un cuarto de hora del final que culminó De las Cuevas batiendo a Iraizoz con un bonito disparo.
Quedaba muy poquito tiempo y Joaquín Caparrós metió la dinamita que le quedaba en el banquillo, con la entrada de Igor Gabilondo y Joseba Etxeberria. Una apuesta que no volteó la tarde pero, al menos, permitió que la parroquia se esperanzase en la recta final: fue precisamente un centro del añorgatarra, un minuto después de saltar al campo, el que permitió que Toquero cabecease el 1-2.
No faltó demasiado para que los rojiblancos salvaran un punto in extremis, con un cabezazo de Etxeita que se fue besando el palo, pero la remontada fue esta vez imposible. En tres días, el Nacional ofrecerá la oportunidad para el resarcimiento.
Recordó que un gol podía haber cambiado muchas cosas, pero Joaquín Caparrós no puso demasiados peros a la victoria del Sporting.
Apenado, porque se trataba «de un partido importante», como el propio técnico y sus hombres habían subrayado a lo largo de la semana, Caparrós también recordó que «éramos conscientes de que iba a ser complicado. Y ha sido así, han estado muy ordenados en su línea defensiva. En la primera parte, ellos no han tenido casi opciones, pero nosotros tampoco hemos tenido la insistencia de buscar su portería». En lo que respecta a la segunda parte, «han tenido máxima eficacia», lamentó. «Pero éso es fútbol. Fútbol es saber estar atrás y luego saber buscar los espacios y aprovechar las opciones». Algo que el Sporting, evidentemente, hizo ayer mucho mejor que el Athletic.
No creía Caparrós, por otro lado, que a su equipo le hubiera faltado intensidad. «Es la sensación que da cuando un equipo te está esperando para salir al contragolpe. Pero lo que nos ha faltado es insistir más, buscar la portería y crear más ocasiones de gol, sobre todo al principio». También el acierto, que podía haber cambiado mucho las cosas. «Si hubiéramos aprovechado alguna ocasión en el primer tiempo y nos hubiéramos puesto por delante, habría sido diferente. Pero el que no hayas podido marcar también es mérito del rival, que ha sabido tapar los espacios», destacó.
El técnico rojiblanco, por último, se congratuló de que el jueves haya oportunidad para la enmienda, con el choque ante el Nacional. «Sí, es lo bueno que tenemos. Y además tenemos que intentar conseguir un resultado positivo porque supondría dar un paso casi definitivo. Nos viene de maravilla que sea el jueves», insistió.
A.U.L.
Pablo Orbaiz saltó al campo en el minuto 61 en sustitución de Carlos Gurpegi, en lo que supuso su debut en Liga en la actual campaña. El jugador navarro se lesionó el pasado 23 de agosto, durante el encuentro de vuelta de la Supercopa en Barcelona.