La Real jugó su peor partido y encajó su primera derrota que le lleva a perder el liderato, aunque sigue en zona de ascenso a un punto del líder beneficiada por una jornada en la que el Recreativo fue el único favorito al ascenso que logró la victoria.

La Real desaprovechó una gran oportunidad de abrir distancias de tres y seis puntos con otros candidatos. Se enfrentaba a un rival difícil de ganar -sólo ha perdido contra el Nástic por un penalti muy discutido en el minuto 80 pese a jugar con uno menos desde el primer tiempo-, pero lo tenía todo a favor por las bajas. Faltaban las tres mejores referencias ofensivas levantinas y se les lesionó rápido Miguel Pérez. Si en Segunda no sobra la calidad y a un equipo le faltan cuatro de sus cinco atacantes más peligrosos, muy mal debe hacerlo su rival para encajar goles. A pesar de que la Real no defendió bien, el Levante no habría enviado ningún balón a la portería de Bravo si no llega a ser por el penalti pese a que el juego y la sensación de peligro siempre estuvo más cerca de su portería que de la del Levante.

Llegó ese penalti y la Real perdió porque estuvo peor aún en ataque que en defensa y se quedó sin marcar fuera por vez primera desde su visita al Murcia del 14 de febrero. Fue un muy mal partido. El estado muy irregular del césped no ayudaba en nada a practicar el fútbol de los dos últimos partidos, pero la Real tiene jugadores para adaptarse a ese tipo de campos como lo ha demostrado durante todo el año 2009 en sus salidas.

El problema no estuvo tanto en el césped como en que la Real entró en la dinámica del partido que le interesaba a un Levante que tiene en la zona central jugadores de la altura de Iborra y Ballesteros que estuvieron en su salsa porque el balón estuvo mucho más tiempo parado o en el aire que a ras de suelo. El partido no tuvo ritmo, con continuas interrupciones por las faltas que se sancionaban en las constantes disputas y la Real se equivocó especialmente al cerrar el campo y no jugar por las bandas para evitar la superioridad del Levante en el juego aéreo por el centro.

Con esa dinámica equivocada de juego, el primer tiempo resultó pobre en lo futbolístico, y de la Real no se puede rescatar nada más que una falta lanzada por Griezmann sin ningún peligro. El juvenil no estuvo acertado ni en las acciones a balón parado, claves en un partido así, ni al buscar el centro como suele hacer habitualmente. Ayer era un partido para pisar la cal y esperar que sus compañeros se dejaran de intentar pases por el centro en corto. Un juego inadecuado para el Ciutat de Valencia porque la precisión es fundamental para poder jugar así con rapidez y sacar provecho de eso y cuando el balón va dando botes es imposible ser preciso.

El Levante tampoco hizo más en el primer tiempo que aprovechar uno de los errores de Rivas para que Juanlu hiciera una jugada individual que remató mal fuera y por eso en el descanso no se trataba de hacer un cambio como el realizado por Lasarte al retirar a Agirretxe y dar entrada a Bueno. Había que variar el estilo de fútbol e intentar descongestionar un centro del campo en el que el apelotonamiento aumentó con la salida de Gorka Larrea, que apenas apareció en la banda derecha por la que jugaba Miguel Pérez hasta que lo sustituyó.

Cambios poco acertados

Se puede entender que se le cambie a Agirretxe con el marcador a favor a la hora de juego como en los dos últimos partidos de Anoeta, pero retirarle fuera de casa, que es donde más agradece el equipo su estilo de fútbol, y en el descanso con empate no fue positivo. Hay mucha diferencia entre el nivel de juego de Agirretxe y el de Bueno y más en un partido como el de ayer porque el de Usurbil va mejor por arriba. Y por abajo...

Además a los pocos minutos marcó el Levante y la Real tuvo que buscar el empate sin una referencia tan válida como la de Agirretxe. No es lógico que en su gran momento de forma haya jugado poco más de la mitad de los minutos en los dos últimos partidos. Tampoco ayudó que Nsue entrara en la banda y Xabi Prieto pasara al centro.

En partidos y campos como el de ayer es preferible que Prieto entre por la banda. Así en una de las acciones en las que apareció por la derecha provocó la primera de las dos tarjetas de Ángel. Y Nsue creó peligro cuando apareció por el centro, sobre todo en un remate en el que demostró su portentoso físico al elevarse desde muy lejos e imponerse en un salto a los defensas y rematar fuera por poco.

Esa, tristemente, fue la mejor opción realista del encuentro junto con un par de disparos de Zurutuza, mientras que el Levante pudo sentenciar en dos remates al palo que, como la jugada del penalti, sólo podían llegar a balón parado y con la firma de Ballesteros e Iborra.

Ni tan siquiera con uno más en los últimos minutos supo crear una sola jugada de peligro la Real. Dentro de la mala interpretación del partido, se volvió a apelar al juego directo que convenía a Iborra, Ballesteros y compañía y cuando subió Ansotegi ni tan siquiera estaba en el área para pelear por los balones. De hecho, la mejor ocasión de los últimos minutos la tuvo Juanlu, que fue el único que quiso jugar al fútbol por las bandas, que es donde había espacios en un partido como el de ayer.