Los ciudadanos cogen el testigo y organizan un homenaje a «Txiki»
Después de que la Ertzaintza desalojara a su familia del cementerio de Zarautz, los ciudadanos rendirán homenaje este domingo a Jon Paredes Parot, «Txiki». Pretenden así denunciar la «dolorosa imposición» del pasado Gudari Eguna, así como arropar a los allegados de «Txiki». Mientras Ares hace oídos sordos a las peticiones que exigían explicaciones, serán los ciudadanos los que traten de reparar el daño causado por la Ertzaintza a la familia.
Oihana LLORENTE
Ciudadanos de Zarautz han decido tomar cartas ante el veto que materializó la Ertzaintza en el homenaje anual a Jon Paredes Manot, Txiki, el pasado Gudari Eguna y han organizado para este domingo un sencillo acto en recuerdo de la figura de aquel joven fusilado por el franquismo. Asimismo, esta cita, que partirá al mediodía desde la casa de la madre de Txiki y recorrerá la localidad hasta la tumba de esta víctima del franquismo, pretende ser una respuesta a la «dolorosa imposición» de la Policía autonómica y rendir, al mismo tiempo, homenaje a los familiares de Txiki que, como valoraron ante la prensa, fueron «los más afectados».
La Audiencia Nacional española, dentro de su particular doctrina de «tolerancia cero», optó por impedir todos los actos convocados con motivo del Gudari Eguna, el pasado 27 de setiembre en Euskal Herria, sin más miramientos.
De este modo, y sin tener en consideración que en el cementero de Zarautz iban a recordar a una de las víctimas de los últimos fusilamientos legalmente ordenados por la dictadura franquista, la Ertzaintza se personó y cumplió a raja tabla los deseos del tribunal especial, desalojando a los ciudadanos congregados e identificando a cuatro familiares de Txiki.
Una dictadura
La docena de ciudadanos que presentaron ayer el acto, entre los que se encontraba el propio hermano de Txiki Diego Paredes, tacaharon de «vergonzosa» la actitud de la Ertzaintza y denunciaron que pese a presentarse bajo una democracia el régimen político vigente «tiene muchas similitudes con una dictadura».
Todos los presentes aseguraron haber sentido «mucho dolor» al verse obligados a abandonar la tumba de Txiki; pero afirmaron que ha sido ese dolor el que les ha llevado a organizar este homenaje así como a pedir cuentas públicamente.
Y es que en la comparecencia ofrecida ayer, Marije Ostolaza, que hizo de portavoz, preguntó tajante «quién, en nombre de qué y porqué» decidieron prohibir el homenaje a Txiki, en el 34 aniversario de fusilamiento.
Ante el silencio institucional
Esta inicitiava ciudadana viene a responder al silencio que impera desde el Gobierno de Gasteiz. Y es que después de que Aralar registrara una interpelación dirigida al consejero de Interior, Rodolfo Ares, para que aclarara lo sucedido, el órgano de gobierno del Parlamento no admitió la petición a trámite aduciendo «defectos de forma».
La razón esgrimida para rechazar en aquella ocasión otra de las preguntas, fue incluso la inclusión de la conjunción copulativa 'y'.
El Pleno del Ayuntamiento de Zarautz también instó a Lakua a pedir perdón a los familiares y amigos de Txiki, y para ello aprobó con los votos de PNV, Ezker Batua-Aralar y Alkarbide una declaración política en el pleno que tuvo lugar el pasado 1 de octubre.
La moción aprobada solicitaba a Ares que hiciera llegar al Ayuntamiento de Zarautz un informe de la Ertzaintza sobre todo lo sucedido en el cementerio el pasado 27 de setiembre, así como que se tomaran «las medidas necesarias para homenajear y recordar a todas las víctimas del franquismo».
En el texto aprobado también se exigía a la Audiencia Nacional española una «rectificación de urgencia» y las garantías suficientes para que se respetara el derecho a realizar homenajes a los antifranquistas ejecutados.
Ni la petición registrada por Aralar ni la moción aprobada en el Consistorio han conseguido una respuesta de Lakua. Por lo que este domingo serán los propios ciudadanos los que intentarán mitigar el daño causado por la Ertzaintza a la familia Paredes Parot.
El acto del domingo finalizará entonando el Eusko Gudariak y es que, como recordaron, Txiki fue abatido a tiros mientras cantaba este himno.