El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, salió ayer en defensa de su vicepresidente, Francisco Santos, después de que el vicefiscal General de la Nación, Fernando Pareja, haya reabierto una investigación en su contra por presuntos vínculos con los paramilitares. «Santos es un ciudadano de rectitud integral, cuyo trabajo ha sido en todo momento ejemplarizante. El país conoce su liderazgo en la defensa de los derechos humanos y su incomparable esfuerzo por acabar con el flagelo del secuestro, del cual fue víctima», dijo.

Los ex jefes de las AUC Salvatore Mancuso y Freddy Rendón aseguraron que Santos pidió a las AUC crear en el año 2002 un frente armado en Bogotá. El representante del Movimiento Nacional de Víctimas de Estado colombiano, Iván Cepeda, defendió que existen suficientes pruebas contra Santos para abrir una investigación formal tras estas declaraciones.

Por otra parte, el lunes, la Fiscalía reveló la existencia de una red formada por 14 civiles y tres batallones militares, acusada de matar a al menos 85 hombres y presentarlos como supuestos fallecidos en combates contra el Ejército. Los integrantes mantenían vínculos con el narcotráfico, paramilitarismo y miembros de Inteligencia de varios batallones. Las víctimas solían ser campesinos, desempleados, indigentes, drogadictos o con algún tipo de problema físico o mental. Su edad oscilaba entre los 12 y 30 años.