La Mesa del Congreso de los Diputados amplió ayer por segunda vez el plazo de presentación de enmiendas a la totalidad a la Ley del Aborto. De momento han confirmado que las presentarán el PP y Unión Democrática de Cataluña. No así el PNV, que planteará enmiendas parciales. Según informaron fuentes del PNV, los jeltzales aceptan que la edad para que las mujeres puedan decidir por sí mismas sobre la interrupción del embarazo se sitúe en los 16 años, pero, en el caso de las menores, pide la obligación de informar a padres y madres. Asimismo, las enmiendas del PNV apuestan por un derecho de conciencia de los profesionales médicos y responsables sanitarios.

En esta ocasión, el PNV ha optado por que sus diputados se sometan a la disciplina de voto, y por lo tanto no será una «cuestión de conciencia» como hasta ahora. La postura adoptada por el EBB podría producir desavenencias en el seno del partido y entre los simpatizantes, tal y como señaló el senador del PNV, Iñaki Anasagasti, que admitió que hay gentes de su partido que se molestarían si la formación respalda la Ley.

Discusión «serena»

«Hay gente que tiene la misma fidelidad a sus compromisos y sus creencias religiosas que al propio PNV», opinó. «Eso es muy respetable y, además, el EBB es muy consciente de esa situación. Por eso hemos presentado estas enmiendas. Hubo una discusión muy serena en la Asamblea del PNV el sábado pasado, donde se esgrimieron todos estos argumentos y estamos todavía viéndolas venir en el sentido de cómo va ir la discusión parlamentaria», añadió.

En este sentido, el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, explicó ayer que su partido pretende que «las cuestiones que no se contemplan o no están bien contempladas» en la ley sean mejoradas. En la misma línea que Anasagasti, reconoció que se trata de «una cuestión delicada que nosotros tenemos que analizar también desde todos los puntos de vista y teniendo en cuenta todas las sensibilidades». Matizó además que «este tema tampoco nos lleva a alianzas con unos o con otros». Urkullu quiso responder así a quien ve en la postura del PNV una intención de complacer al PSOE.

IU, por su parte, ha presentado 30 enmiendas, entre ellas una que pretende garantizar por vía estatal que en Nafarroa se practiquen abortos dentro de la sanidad pública. «Es la única comunidad donde todos los médicos, por la presión de los pro-vida, ejercen la objeción de conciencia a pesar de que son al- rededor de 600 mujeres las que abortan», argumentó.