BERASALUZE VIII 10

GONZALEZ 17

Si existen las victorias amargas, la de ayer de Sebastien Gonzalez en un Beotibar lleno como pocas veces fue una de esas, ya que la que podía haber sido una de sus victorias más bonitas y convincentes se vio ensombrecida por el esguince que Pablo Berasaluze sufrió. Con 16-10 en el marcador, el pelotari de Azkaine pilló a contrapié al de Berriz cuando regresaba de responder un gancho al ancho y éste apoyó mal su pie izquierdo, lo que le produjo un esguince en su tobillo que le hizo retorcerse de dolor. El pelotari de Asegarce trató de volver a la cancha después de que Iñigo Simón le vendara la zona, pero el gesto fue más que nada de agradecimiento al numeroso público allí reunido, ya que era evidente que no podía seguir jugando.

Según una primera exploración del médico de Asegarce en el mismo Beotibar, el pelotari sufre un fuerte esguince, con inflamación de la zona, que lo mantendrá de baja en torno a un par de semanas. Dependiendo de la evolución de esta noche, se le aplicó hielo en el mismo frontón, hoy le realizarán una prueba para conocer el alcance de la lesión, que en la primera exploración parecía claro.

La pena ayer fue doble, porque por juego, Sebastien Gonzalez merecía haber llegado a 22. Serio y centrado como pocas veces a pesar de la falta de saque en el 3-1, -sólo cometió dos errores- la velocidad y violencia de los pelotazos y voleas del lapurtarra y sus saques desarbolaron a un Berasaluze desubicado y más fallón que de costumbre. Además, estuvo especialmente agraciado de aire con tantos espectaculares como el voleón del 3-4 o el gancho del 9-14. El campeonato de Gonzalez y el pleno de Aspe no tuvieron la rúbrica que habían merecido.