Primer temporal serio del otoño, anunciaba el martes la agencia vasca de meteorología Euskalmet. Eso sí, la llegada de este frente frío se venía venir desde el pasado fin de semana. «A fecha de hoy parecen estar dormidos y no dan avisos en su web. ¿Esperarán a tener que remangarse los pantalones, sujetar fuerte el paragüas y remar con las manos?», se preguntaban el último día de octubre en el blog de la nueva asociación meteorológica vasca Amillena, su presidente Joseba Areitio.

El anuncio para estos días era de olas de hasta siete metros, intensas precipitaciones de hasta 200 l/m2 y rachas de viento por encima de los 100 km/h. Un panorama que se prolongará, en principio, hasta el próximo lunes. Pero ayer, los aficionados a estos temporales se quedaron un tanto con las ganas. Es más, la jornada se saldaba en muchos puntos, como en Muskiz, con lluvia, intervalos nubosos, viento y hasta sol.

Durante la mañana, sólo chaparrones ocasionales, que sobre todo se localizaron en la zona de Bermeo, donde ya venían de una madrugada lluviosa. Hasta 22 l/m2 habían recogido allí hasta primera hora de la tarde, por 12 en Oiartzun. En Lekeitio, por ejemplo, el chaparrón les cayó sobre las 03.00 (no perderse las próximas fotos del lekeitiarra Xabi Gezuraga en eguraldialekitxo.blogspot.com).

Cerrado el puerto de Pasaia

El fuerte viento anunciado sí se hizo notar. En el cabo de Matxitxako dejó alguna intensa ráfaga de hasta 112,5 km/h a eso de las 08.40, y unos imponentes 128 a las 16.10. En el puerto de Zierbena se registraron 96 km/h también a primeras horas, 99,8 en Punta Galea o 89,5 en el puerto de Pasaia; en el puerto de Bilbo se contabilizó, por su parte, una racha máxima de 100 km/h.

Unos vientos mantenidos cuyo anuncio adelantó el cierre de paseos marítimos como el Nuevo de Donostia. De madrugada, el mar en la costa donostiarra ofrecía una imagen que impresionaba. La boya situada en este punto indicaba las mayores alturas, por encima de los 6 metros, sobre las 02.00.

Ese oleaje fue el causante del cierre a las 11.45 de ayer del puerto de Pasaia, por decisión de la Autoridad Portuaria. Una decisión que provocaba el aplazamiento de salida de hasta ocho buques que tenían previsto zarpar durante la jornada. En el de Bilbo también otros siete barcos aguardaban por la tarde para dejar el puerto y otros cuatro para entrar en él.

No fue el único percance del día. Los aguaceros que arreciaron en la costa llegaron a obligar a que, por la escasa visibilidad, que un vuelo de Iberia que tenía previsto aterrizar en Hondarribia a las 17.00, fuera desviado hacia la pista de Loiu, aunque los aviones siguientes pudieron hacerlo ya sin problemas en el aeródromo guipuzcoano.

Durante la jornada vespertina la lluvia empezó a cobrar más protagonismo, con jarreadas a media tarde en puntos como la capital donostiarra, que contrastaba con la ausencia de agua desde la mañana, por ejemplo, en la capital gasteiztarra. Sin embargo, esta pasada madrugada se esperaba que la lluvia se generalizara, acompañada del fuerte viento previsto.