La reforma fiscal que plantea el Gobierno español no afectaría a los clubes de fútbol vascos. El régimen tributario en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa es distinto al del resto del Estado español y, por lo tanto, el incremento de impuestos a los futbolistas extranjeros no supondría ningún aumento en los gastos para ellos.

Obviamente, en el caso del Athletic esta modificación tampoco traerá ningún cambio ya que todos los jugadores han nacido o se han formado en Euskal Herria. Osasuna también se quedaría al margen de esta normativa, aunque en sus filas si cuenta con futbolistas como Pandiani o los iraníes Nekounam y Masoud que podrían verse afectados si no fuera por el régimen foral que tiene Nafarroa. Y aunque tributaran según el peculiar «paraíso fiscal» estatal, el incremento de los costes para el club navarro no sería tan espectacular como sucede con los jugadores del Real Madrid o Barcelona, ya que sus sueldos no pasan del millón de euros.

En cuanto a los equipos que militan en Segunda División -Real Sociedad y Real Unión-, tampoco hay extranjeros que perciban emolumentos superiores a 600.000 euros por temporada. La reforma, incluso, podría ser beneficiosa para los clubes vascos, ya que sus rivales deberían hacer frente a mayores gastos para mantener a sus futbolistas extranjeros y podrían ver así más limitada su capacidad económica para los fichajes.

A pesar de todo ello, los cuatro equipos vascos que forman parte de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) pueden verse arrastrados al parón por una reforma fiscal que afectaría casi exclusivamente a los clubes más poderosos de Primera.

La enmienda acordada entre los grupos parlamentarios del PSOE, ERC, IU, ICV y BNG consiste en suprimir la llamada «Ley Beckham», que se aprobó tras el fichaje en 2004 del futbolista inglés por el Real Madrid. Gracias a ese régimen fiscal especial, los futbolistas extranjeros cotizan al IRPF un 24% de sus ingresos brutos y no el 43%, como se plantea que hagan a partir del 1 de enero de 2010.

La medida no tendrá carácter retroactivo y, según indicó ayer la ministra de Economía, Elena Salgado, tampoco afectará a los contratos que ya se encuentran firmados para los próximos cinco años.

Pérdida de potencial

Nada más conocerse la reforma tributaria, el presidente de la LFP, José Luis Astiazarán, expresó su «enorme preocupación» por la iniciativa y aseguró que el campeonato futbolístico podía perder potencial. Desde el primer momento, Astiazarán barajó la posibilidad de «parar la competición» y ayer convocaron una asamblea extraordinaria para valorar entre todos los clubes el cambio de normativa.

Según el presidente de la LFP, esta medida «puede ser un golpe tanto a la fortaleza del campeonato como a la competitividad de la gran mayoría de los equipos españoles» ya que «las estrellas más importantes elegirán otras ligas».

El planteamiento para modificar la tributación de los futbolistas extranjeros llega tras un verano en el que equipos como Real Madrid y Barcelona han realizado importantes desembolsos económicos. En concreto, el gasto de los clubes de Primera ha superado los 400 millones de euros y más del 75% han correspondido a ambos.

Aparte del desembolso económico realizado abonando los traspasos, los dos equipos han firmado contratos con cifras a las que no llegan el resto de clubes europeos. Según informaciones publicadas en la prensa, el Real Madrid pagará 9,5 millones de euros netos por temporada a Cristiano Ronaldo y 9 millones de euros a Kaká.

Con el tipo de retribución actual, esto supone para el conjunto blanco un coste de 13 millones de euros brutos en el caso del portugués y 12,5 millones de euros por el brasileño. Sin embargo, con el cambio de normativa deberían gastarse más de 16 y 15 millones de euros en hacer frente a las fichas de estos jugadores y el aumento de los costos recaería en los clubes al haberse negociado las cantidades con los futbolistas en neto.

Desde la LFP valoran que la aplicación de esta medida supondrían unos 100 millones de euros más en gastos para los clubes. El presidente del Barcelona, Joan Laporta, también consideró que la iniciativa puede afectar a la competitividad de la liga estatal y lamentó que la propuesta no fuera consensuada con los clubes.

El entrenador vasco del Deportivo, Miguel Ángel Lotina, también defendió mantener la normativa fiscal actual si se quiere contar con jugadores como Messi o Kaká.

Por su parte, el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, reclamó «prudencia a todo el mundo para analizar la situación e intentar que vaya lo mejor posible», en alusión a la posibilidad de parar la liga.

«Apretarse el cinturón»

La posibilidad de que se pare la competición por la reforma fiscal provocó también numerosas reacciones entre los políticos. La ministra de Economía, Elena Salgado, aseguró que el Gobierno español ni los ciudadanos entenderían la protesta y su compañero en el PSOE, José Antonio Alonso, defendió que los futbolistas también tienen que «apretarse el cinturón».

Éste se preguntó «cómo se puede hacer una huelga para que los que tienen que pagar impuestos no paguen» y añadió que los futbolistas extranjeros deben tributar «como todo hijo de vecino». Desde IU, formación que ha apoyado la iniciativa, el coordinador general, Cayo Lara, consideró que la amenaza de parón es un «burdo chantaje».

El PP se mostró contrario a la reforma fiscal. El portavoz económico, Cristóbal Montoro, aseguró que «es un gesto político de demagogia fiscal para que los ciudadanos se olviden de la subida del IVA que van a sufrir».

Asimismo, declaró que esta normativa fue aprobada con el objetivo de atraer al Estado español a «científicos, empresarios y todo tipo de profesionales, incluidos los deportistas». Montoro era ministro de Hacieda cuando se adoptó la medida en 2004 y realizó unas declaraciones idénticas a las de ayer, calificando de «anécdota» que los deportistas extranjeros se pudieran beneficiar de la citada normativa fiscal.