Haidar sigue recibiendo muestras de apoyo frente a las acusaciones de Rabat
Cerca de 500 personas se concentraron ayer frente a la antigua sede del Cabildo de Lanzarote, en Arrecife, para expresar su apoyo a la activista saharaui Aminatu Haidar, en huelga de hambre en el aeropuerto para exigir su regreso a Sahara. Lejos de atender a sus demandas, el embajador marroquí en el Estado español acusó a Haidar de actuar como «agente separatista» del Frente Polisario y de querer «desacreditar a Marruecos con provocaciones de este tipo».
GARA
La activista saharaui Aminatu Haidar sigue recibiendo muestras de solidaridad. Ayer, cerca de 500 personas se concentraron durante una hora frente a la antigua sede del Cabildo de Lanzarote, en Arrecife. Entre los asistentes estaban el presidente del Cabildo -Gobierno-, Pedro San Ginés, los secretarios generales en la isla de los sindicatos UGT, CCOO y SOC, representantes de partidos políticos, de las asociaciones de amigos de Sahara de Sevilla, Córdoba, Tenerife y Lanzarote, así como del Frente Polisario y del Colegio de Abogados Africanos. También acudió el actor Guillermo Toledo, encargado de leer el comunicado final de la protesta.
En él denunció la oferta «inaceptable» del Gobierno español de concederle el estatuto de refugiada «porque ella no ha llegado a nuestro país en esa condición, sino que fue expulsada en contra de su voluntad».
Subrayó que la condición de refugiada «no le posibilitaría volver al El Aaiún, sino que lo haría imposible». Rechazó el ofrecimiento de un nuevo pasaporte por parte de Marruecos, que le obliga a «reconocer que es de nacionalidad marroquí».
Censuró «la connivencia de España y Marruecos para presentar soluciones tramposas a un problema que tiene su origen en la ocupación marroquí».
Alertó de que la salud de Haidar «se está deteriorando rápidamente debido a la huelga de hambre». Sufre muchos dolores, entre ellos de espalda, y tiene el abdomen algo inflamado. El médico que la visitó ayer resaltó su debilidad y también su fortaleza moral para seguir adelante con la protesta. Toledo recordó que ya realizó una protesta similar de más de 40 días y que fue torturada en «cárceles secretas» del reino alauí.
En una intervención telefónica en plena concentración, la activista saharaui informó de que más de 300 mujeres han iniciado una huelga de hambre en las zonas ocupadas y mostró su agradecimiento por las múltiples muestras de apoyo. Una de ellas es la de la eurodiputada Karin Scheele, presidenta del Intergrupo Paz para el Pueblo Saharaui del Parlamento de Estrasburgo. Hoy recibirá la visita de músicos y actores. Por su parte, el presidente del Consejo de Abogados de África, Femi Falana, llegado desde Nigeria, anunció que la próxima semana la Unión Africana pedirá a la UE que facilite su regreso.
La plataforma de apoyo a Haidar, liderada por Toledo, reveló que las autoridades marroquíes tenían preparada la expulsión «de antemano». «Como no sabían con certeza cuándo regresaba a El Aaiún» hicieron tres reservas con fecha del 11, 14 y 21 de noviembre. Su nombre figuraba en la lista de pasajeros del vuelo de Canarias Aeronaútica que ayer llegó a Lanzarote.
Marruecos, sin embargo, no se da por aludido. Su embajador en el Estado español, Omar Azziman, acusó a Haidar de querer boicotear el plan de autonomía y el proceso de negociación y de actuar como «agente separatista» del Frente Polisario, que, a su juicio, quiere «desacreditar a Marruecos con provocaciones de este tipo para poder decir que hay violación de los derechos humanos».
En la denuncia que presentó en la Policía española tan pronto como llegó a Lanzarote contra el Gobierno marroquí y español y demás «entidades públicas o privadas y personas que resulten responsables» de su expulsión, Aminatu Haidar explica que tras cruzar la puerta de la Terminal del aeropuerto de Casablanca y mientras esperaba su turno en la fila del control policial, el comisario Falah Mohamed le pidió su documentación y le ordenó que le acompañase. Por un pasillo interno, para que nadie la viese, la condujo a dependencias policiales, donde le interrogaron desde las 13.00 a las 3.00 de la madrugada «de forma continuada y bajo presión sicológica constante, grabando su imagen y el escenario con tres cámaras de vídeo manuales y haciéndole fotografías, utilizando el dispositivo de flash a sabiendas de su debilidad ocular, que le fue provocada por los cuatro años que pasó en un centro de detención marroquí con vendaje en los ojos».
Según su relato, a las 11.10 del día 14 le llevaron a un avión, le mostraron un billete y le dijeron entre comentarios irónicos -«dónde vas a vivir más relajada y tranquila sino en España y desde allí puedes defender sin problemas tus planteamientos separatistas»- que iba a ser llevada al Estado español. En repetidas ocasiones exigió su pasaporte, a lo que se negaron. Haidar también preguntó al comandante del avión si le iba a llevar en esas circunstancias. Todos sus esfuerzos fueron en vano y el avión despegó sin saber tan siquiera a dónde se dirigía, por lo que se sorprendió al escuchar que estaba en Lanzarote, donde no tiene familia ni arraigo de ningún tipo. GARA
