CCOO de Euskadi informó ayer que el Instituto Nacional de la Seguridad Social ha vuelto a reconocer la enfermedad profesional de dos víctimas de amianto, que «Osakidetza no comunicó», según informó en un comunicado.

El sindicato explicó que L.CH.P. falleció el pasado 29 de setiembre de 2008 a la edad de 77 años, a consecuencia de un mesotelioma pleural, derivado de la exposición al amianto entre 1965 y 1983 en la siderúrgica Aceros Olarra, inicialmente en la planta Erandio y posteriormente en Larrondo.

CCOO señaló que, realizada la solicitud de reconocimiento profesional como causa del fallecimiento, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ha resuelto favorablemente, mejorando a sus familiares la pensión de viudedad y las prestaciones por muerte y supervivencia.

Por otro lado, el INSS también ha reconocido la incapacidad absoluta al pensionista A.S.F, afectado por un mesotelioma epiteloide que trabajó en Manufacturas Eléctricas, montando cuadros eléctricos en barcos en el Astillero de Sestao, así como en empresas siderúrgicas, desarrollando dicha actividad en contacto con el amianto existente en el entorno.

En opinión de CCOO, resulta «sorprendente la pasividad o el incumplimiento de Osakidetza» con respecto a la Instrucción N1, firmada en 2007 por su directora, el viceconsejero de Sanidad y el director de Osalan para la comunicación de sospechas de enfermedad profesional, que en el caso del mesotelioma «no ofrece dudas». Según indicó, esta dejación obliga a que Osakidetza asuma cuantiosos costes «que corresponden a las mutuas».

«El reconocimiento de estas enfermedades profesionales es una expresión más de la epidemia silenciosa de cánceres por trabajar en contacto con sustancias cancerígenas, sin prevención alguna, posibilitando tras su reconocimiento la mejora de las prestaciones económicas al enfermo, pensiones de viudedad, como las de muerte y supervivencia», afirmó el sindicato.