La Policía detuvo a más de cincuenta personas en la noche del viernes al sábado durante una protesta en la comuna de Anderlecht en Bruselas contra supuestos maltratos a detenidos en una prisión de la zona.

Al parecer, todo comenzó con la detención de un joven de catorce años en su domicilio, que desencadenó un enfrentamiento entre su familia y algunos vecinos con la Policía.

Los agentes practicaron 44 arrestos administrativos y 13 judiciales, mientras que nueve personas fueron puestas a disposición de la Fiscalía.

En cuanto a daños materiales, la sede administrativa de Anderlecht sufrió desperfectos a causa del lanzamiento de un cóctel molotov, dos coches fueron incendiados y una cabina telefónica quedó destrozada.