Gonzalez cumple con su parte
Felicidad comedida
Julen Retegi fue zarandeado de un lado a otro por un acertado y paciente Sebastien Gonzalez.
GONZALEZ 22
RETEGI BI 12
Koldo AKORDARREMENTERIA
Después de una semana repleta de cábalas matemáticas e hipótesis con más o menos sentido, por fin se jugó el primer partido de la última jornada de las semis. Y, siempre con permiso de las ansias de ofrecer una buena imagen que tenía Retegi, sucedió lo que se esperaba, o más bien, lo que esperaban que sucediera aquellos quienes quisieran algo de emoción en la última jornada de las semifinales del Cuatro y Medio. Casi todos, vamos.
Gonzalez cumplió con su parte y, ofreciendo un precioso alarde de recursos aéreos, sacó de la cancha a un Julen Retegi que estuvo muy blando en ataque y poco fiable en defensa. Y lo de sacar va en sentido figurado y literal. Porque la estorbada y el posterior rifirrafe que hubo entre ambos pelotaris en el tramo final del partido fue de lo más esperpéntico que ha sucedido en la pelota desde hace bastante tiempo.
Ya desde la salida de vestuarios la determinación se leía en los ojos de Gonzalez. La ecuación del labortano sólo permitía una resolución; victoria. Y a por ello salió con el cuchillo entre los dientes. El de Azkaine comenzó el partido mandón, marcando el tempo del partido con la batuta del remate. Retegi Bi estuvo desubicado, sin encontrarse a sí mismo, y con nulas opciones de pasar al ataque. Pronto, con el 3-0 en contra, quedó sin ninguna de la ínfimas opciones que tenía para entrar en la final. Pero ni despojándose de cualquier atisbo de presión se pudo ver la raza del pelotari navarro.
Gonzalez volvió a disfrazarse con su mejor versión. Ésa que muestra a un pelotari sereno, que busca siempre la mejor opción, y que hace de la paciencia su mejor arma. Si a eso le sumamos que tuvo un día brillante tanto en el saque como con el remate, nos encontramos con unos escalofriantes datos que reflejan 15 tantos a favor y 4 errores en la cuenta propia del de Lapurdi. Inconmensurable actuación la suya.
La confianza de Gonzalez en la jugada inicial trajo consigo una cascada de reacciones que contribuyó a remarcar diferencias en el marcador. Sacaba bien, Retegi no conseguía quitarle el aire, y Sebas remataba a placer. El «saque-remate», que le llaman. 14-6 en el luminoso.
Tardío despertar y trifulca
Los más confiados esperaban, aún, el despertar del joven pelotari iruindarra. La maña y el carácter de un jugador de su calibre no se debe permitir ningún tipo de desidia en la lucha. Y luchó. Se sacudió la inoperancia inicial, y se volcó en el juego. Ambos se enzarzaron en una bella batalla aérea. El bombardero de Lapurdi era desactivado por el preciso escuadrón de los F-18 de Retegi. Poco duró.
Era el 17-9 y Gonzalez llevó in extremis desde la grada una pelota que Julen abrió con mucha intención. El navarro empujó el envío al txoko, y cuando el de Azkaine se disponía a buscar la pelota, ambos chocaron bruscamente. El juez no lo dudó. Vuelta y riña entre los jugadores. Pero la idea no debió gustarle mucho a Julián Retegi, padre, que no dudó en reprochar a Gonzalez la jugada. No se libró nadie. Fue un espectáculo poco edificante por parte de todos.
Gonzalez siguió sumando tantos, pero la felicidad comedida con que celebraba cada punto era indicativo de que aún no había hecho nada. No hubo celebraciones fastuosas. Sólo una mueca, una pequeña alegría, y a por el siguiente saque. Ya lo dijo él mismo: «Si hubiera ganado a Titín... pero no lo hice y ahora toca esperar».
Si vibrante y tenso fue el partido de ayer, algo nos dice que el de hoy no va a ser menos. Irujo y Titín se enzarzarán en una lucha sin cuartel que ha despertado gran expectación (ETB1, 18.15). Además, con el resultado de la victoria de Gonzalez, el abanico matemático se ha reducido, pero tampoco demasiado. De inicio, Julen Retegi ha quedado ya fuera de toda lucha. Y lo demás se puede resumir de la siguiente manera. Digamos, con un buen uso de la lógica, que hoy sólo existen dos opciones: que gane Irujo, o que gane Titín. Si gana el de Tricio, no habrá más cálculo, y la final se disputará entre él y Gonzalez. En el caso de que la victoria caiga del lado de Irujo, habrá dos opciones, en base al límite de los 16 tantos: si Titín llega a esos 16 tantos, pasará a disputar la final contra el navarro. Si, por contra, no llega a esos tantos, la final será entre Irujo y Gonzalez. La capacidad de decisión de Irujo ha creado algún chascarrillo durante la semana, que él mismo ha desmentido esgrimiendo su profesionalidad. El dinero saldrá con él.GARA
Sebastien Gonzalez habló contento tras el partido: «El tanteo es bueno para mí. Tenía que ganar, y lo hice dejando a Julen en pocos tantos. Ahora hay que esperar». Sobre la trifulca, no le quiso dar más importancia. «En este juego tan veloz y tenso, son normales estos lances», comentó.