«Un mundo cada vez más limpio y sin infecciones puede estar detrás del aumento de asma»
Médico de la Sección de Neumología del Servicio de Pediatría del Hospital de Basurto, ha impartido una conferencia titulada «Control del niño asmático en otoño», dentro de unas jornadas de formación de la Asociación Vasca de Pediatría de Atención Primaria.
Joseba VIVANCO
Los vascos están entre quienes ostentan las tasas más altas de asma infantil en el mundo. Una patología que, dormida durante las vacaciones y el tiempo seco estival, rebrota con la vuelta a clase y la llegada del otoño, complicada este año con la presencia del virus de la gripe A.
Niño asmático y otoño, ¿peligrosa combinación?
El otoño es una época en la que empeora el control del asma. En todos los países, quince días después del inicio de los colegios tiene lugar una afluencia masiva de niños asmáticos a urgencias e ingresos hospitalarios, siendo el grupo de 3-5 años el más afectado. Los ingresos durante ese mes suponen hasta el 6-8% del total de los ingresos hospitalarios de niños en todo el año.
Es de suponer que los padres ya saben qué precauciones tomar en estas fechas, ¿es así o hay una falsa relajación?
El asma alérgica moderada-severa es una enfermedad que no se cura, representa el 10% del total, pero consumen el 60-70% del presupuesto destinado al tratamiento de los procesos respiratorios. Son asmáticos moderados-severos, pero también alérgicos. Lo que ocurre es que padres y pacientes infravaloran esos síntomas de asma y muchos de ellos siguen la costumbre muy extendida de suspender el tratamiento preventivo durante el verano. Y al suspender temporalmente la medicación, las alteraciones bronquiales reaparecen en otoño y con ellas los síntomas de asma y las crisis. En resumen, si el niño tiene un asma severa como para requerir tratamiento preventivo, debe tomar este de forma continua, verano incluido, y ante los primeros síntomas de mal control del asma, incrementar la medicación antiasmática.
Porque prevenir el dichoso catarro, misión imposible...
Prevenir las infecciones virales supondría cerrar los colegios, y eso es inviable.
La gripe A será un quebradero de cabeza añadido para las familias con hijos asmáticos. ¿Qué consejo les daría ante esa preocupación?
El virus de la gripe tiene un especial tropismo por el pulmón. Los niños con asma no controlada, especialmente los más pequeños, tienen el mayor riesgo de afectación severa respiratoria y sobreinfección posterior. En todos los países, los niños de menos de un año y asmáticos son los que tienen más riesgo. Estos asmáticos deberían vacunarse preventivamente y, en caso de infección por gripe A, tomar en las primeras 48 horas el famoso Tamiflú. En contra de lo que se preveía, la mayoría de las gripes A en el niño no están teniendo complicaciones importantes, aunque suponen una sobrecarga muy importante.
Porque supongo que ante el menor atisbo de fiebre, estos días muchos padres corren al médico o a Urgencias...
Como le digo, la mayoría de las gripes A en el niño cursan con afectación leve. En único tratamiento son los antitérmicos y aislamiento en su caso por ser transmisores del virus. Sólo los niños con afectación severa o pacientes de riesgo es necesario que acudan al pediatra o a urgencias hospitalarias.
¿Cuál es la postura médica en este momento sobre la vacunación de los niños asmáticos frente a esta gripe, teniendo en cuenta que son un grupo de riesgo?
La vacunación por gripe A es una decisión de política sanitaria. Parece que una vacunación de niños, que son los que trasmiten el virus, y grupos de riesgo que suponga la cobertura del 60% de la población guarda una buena relación coste-eficacia. Pero vacunar solamente a grupos de riesgo puede que no sea suficiente. En Reino Unido si se hubiera vacunado a los grupos de riesgo sólo se habría evitado un tercio de las muertes por gripe A.
Una última cuestión. Da la impresión de que cada vez se diagnostican más niños asmáticos. ¿Cuestión de mejores diagnósticos o de que es un problema que va en aumento?
Indudablemente muchos procesos respiratorios que antes se llamaban bronquitis ahora se llaman asma, luego este aumento del asma tiene algo que ver con un cambio de diagnóstico de los procesos respiratorios. También está claro que el asma ha aumentado en prevalencia y severidad especialmente en Euskadi. Usando la misma metodología, el asma infantil y pediátrica ha aumentado. Pero es cierto que el tabaquismo materno, vivir en un mundo cada vez más limpio y con ausencia de infecciones como el sarampión, que maduraban el sistema inmune, y la combustión de los motores diesel, puede tener que ver con este incremento.
«La mayoría de gripes A en niños no está teniendo complicaciones, así que sólo aquéllos con afectación severa o pacientes de riesgo deberían ir a Urgencias»