Obama reúne al que puede ser el último consejo de guerra sobre Afganistán
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reunió ayer un nuevo consejo de guerra, que podría ser el último dedicado a Afganistán, antes de decidir si enviará decenas de miles de soldados adicionales al país asiático, anunció la Casa Blanca. Se trata de la novena reunión que mantiene el mandatario estadounidense con su equipo de seguridad nacional desde el pasado mes de agosto. Se espera que Obama anuncie sus planes antes de fin de año.
GARA
Barack Obama convocó ayer una reunión de su consejo de guerra, cuando se acaba el plazo para que el mandatario estadounidense tome una decisión en torno al envío de más tropas a Afganistán, una decisión que se comprometió a anunciar antes de fin de año. El encargado de las tropas de EEUU y de la OTAN en Afganistán, el general Stanley McChrystal, recomendó el envió de 40.000 soldados adicionales, que se sumarían a los 68.000 ya desplegados allí, y advirtió de que sin refuerzos no ganarán esa guerra.
Obama tenía previsto reunirse con la plana mayor de las Fuerzas Armadas, diplomáticos y asesores de seguridad nacional para discutir la situación en Afganistán y Pakistán, en la que sería la novena reunión de este tipo desde agosto.
Su portavoz, Robert Gibbs, indicó que el presidente no se pronunciará antes del jueves, cuando en EEUU se celebra el Día de Acción de Gracias, y parece poco probable que lo haga entre ese día y el domingo.
Pero no parece que la decisión de Obama pueda retrasarse mucho más después de que el presidente afgano, Hamid Karzai, haya sido reinvestido en el cargo y ante la cada vez mayor presión de los republicanos para que se pronuncie. A finales de la semana pasada, catorce líderes republicanos de la Cámara de Representantes de EEUU instaron a Obama a que adopte ya las recomendaciones para el envío de más soldados a Afganistán.
Se quejan de que el retraso en la decisión, Obama lleva más de dos meses revisando el nuevo rumbo de la estrategia en ese país, ha creado «incertidumbre» tanto en el Ejército como en los aliados de EEUU sobre el compromiso con esa guerra. Dicen temer que el proceso de revisión haya «envalentonado a nuestros enemigos».
Sin embargo, Obama se enfrenta a la creciente oposición de la ciudadanía a la guerra en Afganistán. Según una encuesta de la CBS, el 43% se opone a ella.
A ello hay que añadir, además, la desconfianza que inspira el Gobierno afgano y la propia reelección de Karzai tras el constatado fraude electoral.
En el último consejo de guerra, el 11 de noviembre, Obama pidió a los convocados que examinaran cuatro posibles estrategias y estudiar la posible «mejor» combinación.
El vicepresidente, Joe Biden, ha sugerido que la mejor estrategia es la disminución de la presencia militar de EEUU y un uso más agresivo de las fuerzas especiales y los ataques con aviones no tripulados contra los grupos vinculados a Al-Qaeda.
En cualquier caso, la OTAN celebrará el 7 de diciembre una reunión para abordar esta cuestión, ante la expectativa, informaron fuentes de la Alianza, de que Obama haya anunciado para entonces sus planes.
Cuatro soldados estadounidenses han muerto en las últimas 24 horas en Afganistán, según informó el Ejército, cuando la OTAN y EEUU se plantean si deben enviar más militares al país asiático. Ayer, en otro incidente en Kunduz, un kamikaze mató a dos hombres y tres niños.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, instó ayer al Gobierno de Afganistán a ser cauteloso en su intento de reintegrar a una parte de la insurgencia talibán en la política del país. «Tenemos muchas preguntas en relación a este proceso, pero estamos abiertos a la idea general de explorar ese camino», dijo.
«Por lo que se refiere a los resultados que podrían derivarse de este proceso de diálogo -agregó de inmediato- instamos a la prudencia y al respeto a las reglas por parte de quienquiera que participe en esas conversaciones, de forma que el proceso ayude realmente a mejorar la paz y la estabilidad en Afganistán, en lugar de reducirlas».
Durante su discurso de investidura la semana pasada, el presidente afgano, Hamid Karzai, llamó de nuevo a los talibán a que abandonen la lucha armada y se unan a este proceso político, y se comprometió a convocar una Loya Jirga (asamblea tradicional de las comunidades tribales) para traer «la paz y la seguridad».
Clinton explicó que se ha debatido mucho el modo de reintegrar a quienes «renuncien a la violencia y a sus vínculos con Al-Qaeda y se comprometan a participar pacíficamente en la vida política del país». GARA