Nur al-Aqel, una palestina de 25 años, no tiene ánimos para festejos, puesto que su padre, encarcelado por Israel desde 1992, no estará a su lado para la festividad del Aid al-Adha (Sacrificio), a pesar de los rumores de que se iba a producir inminentemente un intercambio de presos palestinos por el soldado israelí Gilad Shalit.

«Nos habíamos hecho a la idea de que estaría con la familia. En su ausencia, cada fiesta es algo difícil de vivir para nosotros y este año es todavía peor», suspira Al-Aqel.

Según el acuerdo que están aún negociando con mediación alemana y egipcia, Israel debería liberar a cientos de presos palestinos, algunos condenados a largas penas por «terrorismo», para poder recuperar al soldado, retenido en Gaza desde junio de 2006.

El movimiento islamista Hamas, que gobierna Gaza, esperaba que el intercambio se produjera antes del Aid al-Adha, la fiesta del Sacrificio, que se celebra este fin de semana en todo el mundo musulmán.

Tradicionalmente, según el Corán, se libera a presos con motivo de esta festividad.

Pero la negociación indirecta entre Hamas e Israel se ha atascado estos últimos días y las conversaciones no se retomarán hasta después de la festividad.

Como miles de palestinos, la familia de Walid al-Aqel reza para que vuelva. Fue condenado a 16 cadenas perpetuas por haber liderado una célula de Ezzedin al-Qassam, las brigadas armadas vinculadas a Hamas.

Según el rumor, Abelhadi Ghuneim también está en la lista de los presos que pueden ser liberados. En 1989, mató a 16 israelíes al precipitar un autobús por un barranco en las inmediaciones de Jerusalén.

Um Thaur, su esposa de 38 años, cuenta que llevó a cabo esta acción al día siguiente de que naciera su primer hijo. «Abdelhadi se negó a venir a ver a su hijo el día que nació porque temía que minaría su determinación», recuerda.

«Espero que pueda estar entre nosotros para asistir a la boda de su hijo», añade tras recordar que su marido fue condenado a 16 cadenas perpetuas.

«Tengo los nervios saltados. En cada Aid al-Adha estoy triste, pero este año su ausencia es todavía más dura debido a los rumores sobre el acuerdo de intercambio por Shalit», subraya Um Thaur.

Israel se ha negado durante largo tiempo a liberar a palestinos «con las manos manchadas de sangre», pero este tabú es ya historia. La lista de presos que serán liberados incluye a los cerebros y a los autores materiales de algunos de los atentados más sangrientos cometidos contra el ocupante sionista.

Entre ellos, se encuentran el dirigente de Al-Fatah Marwan Barghouti y el secretario general del FPLP, Ahmad Sa'adat.

Los presos gazatíes no pueden recibir visitas de sus familiares debido al bloqueo que impuso Israel en 2007, después de que Hamas se hiciera con el control de este territorio.

Liberaciones de Al-Fatah

Israel, sin embargo, sí aplicará una medida de gracia a un grupo de activistas de Al-Fatah que se encontraban en busca y captura, según indicó ayer un portavoz del Shin Bet, el servicio secreto interior.

«Hemos decidido dar nuestro perdón a un nuevo contingente de activistas de Al-Fatah, en el marco de un acuerdo alcanzado en 2007», precisó a France Presse este portavoz, que rechazó dar detalles sobre el número de beneficiarios de esta medida.

Según este acuerdo, los activistas buscados por Israel deben entregas sus armas a la Autoridad Palestina y comprometerse a renunciar a la lucha armada.

A cambio, Israel les permitirá circular por el interior de las ciudades «autónomas» palestinas de Cisjordania.

Desde 2007, más de 150 activistas de Al-Fatah se han beneficiado de medidas de este tipo.

Según «Jerusalem Post», este gesto de Israel tiene como objetivo reforzar la posición de Abbas mientras se negocia con Hamas el intercambio de presos por Shalit.