Editorial conjunto de 12 periódicos
«Hemos logrado que pongan la lupa sobre lo que pasa en el país»
Rafael Nadal
Director de « El periódico de Catalunya»
Rafael Nadal, director de “El Periódico de Catalunya”, es uno de los promotores de la iniciativa que ha sacudido la política catalana: la publicación de un editorial conjunto en el que se advierte de las consecuencias de una sentencia en la que el TC español recorte, aún más, el Estatut.
Alberto PRADILLA
¿Cómo se gestó este editorial conjunto de apoyo al Estatut?
Llevábamos algunas semanas en las que algunos directores habíamos comprobado que existía una preocupación común por el modo en el que estaban evolucionando las cosas. En los últimos días compartimos nuestra preocupación ante la deriva de las deliberaciones y vimos que coincidíamos en el diagnóstico, así que decidimos elaborar un texto que compartiéramos varios medios. Fue fácil, todos renunciamos a pequeñas cuestiones, pero sustancialmente estábamos de acuerdo en el 90%, por lo que decidimos invitar a todos los periódicos cuya línea editorial se elabora desde Catalunya.
¿Cuál es el mensaje que querían transmitir?
Tiene una doble dirección. Hacia la sociedad catalana, de que entendemos que su preocupación principal es la crisis pero que también tiene claro que hay un problema de fondo. Que si no hay una organización que permita hacer bien la política del día a día no se puede avanzar. Que entendemos y compartimos que sin un buen Estatuto no se puede organizar este país. Y al resto de España les queríamos lanzar una advertencia muy prudente: no se crean que porque la prensa catalana esté siendo muy crítica con sus poderes quiere decir que estemos callados, apagados o deprimidos. Ésta es una sociedad muy autocrítica pero que ante un acontecimiento como una sentencia negativa, somos capaces de dar una respuesta conjunta.
¿Recibieron presiones para no publicar el editorial conjunto?
No, porque se ha llevado con mucha discreción. Algún medio ha llegado a afirmar que recibimos presiones para que lo publicásemos y es todo lo contrario. Sólo cinco minutos antes de que colgáramos en la red comenzamos a advertir a los líderes políticos.
¿Cree que se ha entendido el mensaje que trataban de hacer llegar a Madrid?
Desde Madrid se ha leído el editorial con preocupación. Si es así, hemos logrado parte del objetivo: que nos lean, que reflexionen y que intenten entender. El editorial es sereno, reflexivo y da pie a que se pueda entablar una discusión. Quizás las respuestas son más maleducadas que nuestro plateamiento, más agresivas, en este tono que en Madrid gusta tanto para la discusión política, pero también hay razonamientos detrás de las críticas. A nivel político, considero que se ha entendido el mensaje. Hemos logrado nuestro objetivo: que pongan la lupa sobre lo que pasa en el país.
Los medios españoles han reaccionado con duros ataques...
En los medios siempre hay más agresividad, sobre todo en algunos, que a veces da la sensación de que son quienes están dirigiendo la política de ciertos partidos. Eso me preocupa más. Porque ha existido una reacción algo airada por parte de gente que se creía que tenía la exclusiva de las presiones sobre las instituciones y los partidos. Ahora han visto que llegados al momento nosotros también somos capaces, no digo de ejercer nuestra presión, pero sí de formular con contundencia nuestro planteamiento.
¿Qué espera de la sentencia del Constitucional español?
Queremos transmitir al Constitucional que ya entendemos cuál es el ordenamiento jurídico y que creemos que hay que acatar la sentencia. No obstante, consideramos que el respeto que nosotros hemos mantenido hacia el Tribunal no parece que haya sido compartido por sus propios miembros. No se respetaron cuando comenzaron a aceptar las presiones para que se recusara a alguno de sus miembros con el fin de desempatar los equilibrios. Ni cuando no actúan para que los partidos procedan a su renovación o cuando estamos viendo retransmitido, casi en directo, los debates que mantienen. El Tribunal tiene que actuar como poder judicial, no como legislativo. No puede sustituir a las cámaras. Da la sensación de que lo que se está debatiendo no es determinar si el texto es o no constitucional, sino que quiere hacer una nueva legislación artículo por artículo. Algunos están intentando que legisle de forma diferente a lo que se ha hecho en las cámaras donde han perdido las votaciones.
¿Una sentencia negativa daría la razón a quienes plantean que la Constitución es un tope para las demandas de soberanía?
La soberanía popular de los catalanes ya se ha expresado y ha dicho «queremos más autogobierno». El Constitucional se tiene que limitar a decir si esto encaja o no en la Constitución. Si no, alguien tendrá que decir cómo se puede hacer para que se ejecute la soberanía popular. Si no es a través de esta Constitución tendrá que ser mediante un camino distinto o modificándola. Pero éste sería un proceso muy pesado y complejo. Preferiría que se demostrara que en esta Constitución cabe una lectura más plurinacional del Estado y que se aceptara el autogobierno.
En caso de que recorte el Estatut, ¿qué salidas quedan?
Ya está vigente y no ha pasado ninguno de los cataclismos que pronosticaban algunos. Si acaba no encajando, habrá varias vías. Una sería aceptar la derrota, otra, ver si dentro de la Constitución se puede ser más ambicioso, y una tercera será la de quienes dirán que no hay solución y que lo único que se puede hacer es pedir un proceso de separación al amparo de la UE, aunque a nuestro modo de ver no hay mayoría suficiente.
¿Qué ocurriría si es revocado?
Hay sectores que querrían volver atrás, no sólo tumbando el Estatuto, sino aprovechando para realizar una lectura más restrictiva. Se podría llegar a poner en cuestión leyes que ya están funcionando en Catalunya, como es el capítulo de la lengua, lo que haría muy difícil el funcionamiento normal del país.
Las entidades municipales, las universidades públicas catalanas, la patronal Cecot y diversas asociaciones y entidades culturales y deportivas se sumaron ayer al editorial.
En una declaración conjunta, la Federación de Municipios de Catalunya y la Asociación Catalana de Municipios y Comarcas advirtieron de los «escenarios preocupantes, especialmente para la gestión municipal» que causaría una sentencia en contra. «Poner en peligro los avances conseguidos en la redacción del Estatut, tanto en lo que se refiere a los gobiernos locales como a las diversas mejoras sociales, económicas o de infraestructuras, es amenazar gravemente la cohesión social por la que tanto hemos trabajado».
La Asociación de Actores y Directores Profesionales de Catalunya y el Ateneu Barcelonès también suscribieron los argumentos del editorial.GARA