Después de casi tres años sosteniendo al Gobierno de Miguel Sanz, el PSN aprovechó el día de Nochebuena para anunciar un supuesto giro en su política. A poco más de un año de los comicios de la primavera de 2011, su secretario general, Roberto Jiménez, hizo una declaración ante los medios en la que promete que su partido «va a intensificar la acción de oposición, de fiscalización y de control al Gobierno de Navarra».

«Hemos puesto mucho esfuerzo y mucha generosidad como partido hasta ahora, pero también es justo exigir más eficacia y más eficiencia en la gestión y por lo tanto vamos a estar más encima de la acción del Gobierno», afirmó Jiménez en una rueda de prensa realizada sólo dos días después de aprobar los presupuestos del Gobierno de UPN por tercera vez.

De paso, Jiménez explicó cuál será su estrategia de cara a las elecciones. Dijo que su deseo sería conformar un «bloque social de progreso» que dé la espalda tanto a UPN como a Nafarroa Bai. En su opinión, «si se trabaja desde ahora» este sector puede llegar a ser mayoritario y permitir un cambio de gobierno. En la actualidad, UPN y Nafarroa Bai totalizan 34 escaños, es decir, el 68% del Parlamento. El esquema dibujado por Jiménez como mayoritario sólo incluiría a PSN e IUN, que en la actualidad sólo tienen catorce parlamentarios de 50, un 28%.

«No hablo de cálculos postelectorales ni de coaliciones, me estoy dirigiendo a los ciudadanos progresistas -afirmó Roberto Jiménez-. Hablo de sumar, no de generar miedos ni de levantar fantasmas. Hablo de sumar en torno a ideologías progresistas, no en torno a proyectos territoriales o institucionales plenamente garantizados», precisó en respuesta a Nafarroa Bai.

A Barcina

Jiménez situó esta comparecencia como una respuesta a la petición de «claridad» que le hizo el miércoles la presidenta de UPN y candidata a la sucesión de Miguel Sanz al frente del Gobierno navarro, Yolanda Barcina. La actual alcaldesa de Iruñea remarcó la contradicción que supone que el PSN apoye los presupuestos y al mismo tiempo hable de «asalto democrático» al Gobierno navarro. «Esos son juegos malabares», dijo Barcina.

Nafarroa Bai asiste como convidado a piedra a este cruce de mensajes. Maiorga Ramírez salió a la palestra para recordar que no son creíbles estas discrepancias y las atribuyó a una operación mediática que beneficia tanto UPN como al PSN.