Los mismos mandatarios que no habían sido capaces de incomodar a la dictadura de Mohammed VI durante la protesta en la que la activista saharaui puso en riesgo su vida, ofrecieron un trato ventajoso a los emisarios de Rabat en materia agrícola y de pesca. De hecho, no pocos sospechan que el acuerdo fue suscrito en pago a la autorización del regreso de Haidar a El Aaiún.

Así, el pasado 17 de diciembre ambas partes rubricaron por escrito el pacto verbal alcanzado a final de noviembre, con el que concluyeron las negociaciones iniciadas hace cuatro años para renovar el protocolo agrícola del Acuerdo de Asociación. Entre las concesiones europeas a Marruecos, destaca el aumento de cuotas de las frutas y hortalizas que este país podrá vender con un trato ventajoso, sobre todo el tomate del país magrebí, lo que más ha preocupado a los productores del sur de Europa. Incrementarán las cuotas de tomate marroquí que entra a los países comunitarios con arancel bajo, entre los meses de octubre y mayo, y que ahora está en 233.000 toneladas anuales, de manera que empiecen con un aumento a 254.000 toneladas, para llegar a 285.000 toneladas, progresivamente.

En el nuevo convenio, los cupos de base serían los siguientes: 225.000 toneladas en la primera campaña, tras su entrada en vigor, 233.000 toneladas en la segunda, 241.000 toneladas en la tercera, 249.000 toneladas en la cuarta y 257.000 en la quinta. A todos estos contingentes se les sumará un cupo de 28.000 toneladas de tomate anuales adicionales. Los precios de entrada para el tomate marroquí enviado a la UE se mantendrán como en la actualidad.

Balanza comercial favorable a la UE

En las cesiones hortofrutícolas de la UE a Rabat, la Comisión Europea (CE) aseguró al firmar el acuerdo que «se ha tenido en cuenta el grado de sensibilidad de cada producto» y concretó que se han ampliado las cuotas agrícolas pero se han mantenido los calendarios de los más problemáticos: los tomates, las fresas, los calabacines, los pepinos, el ajo y las clementinas.

En general, la UE abrirá por completo su mercado de inmediato al 55% de los envíos marroquíes, y la mejora en las cesiones hortofrutícolas supone un 80% de las importaciones de ese país a los 27. En contrapartida, Rabat se habría comprometido a abrir su mercado de inmediato al 45% de las importaciones agrarias procedentes de la UE y tras un período transitorio, el valor del comercio totalmente liberalizado pasará al 61% en cinco años y al 70% en diez. Marruecos ha ofrecido ventajas sobre todo en los productos transformados, pues en diez años se liberalizarán las importaciones de la UE, salvo las pastas, las almendras dulces y el concentrado de tomate; en este punto, habrá mejoras en las cuotas para los europeos.

Quedará también completamente abierto el acceso a Marruecos de la mayoría de productos lácteos, oleaginosos y cereales, mientras que en la pesca se liberalizará el 91% del comercio de productos transformados de la UE en cinco años, y el 100% en diez años.

Las exportaciones agrícolas y pesqueras de la UE a Marruecos alcanzaron 944 millones de euros en el período 2006-2008, y la balanza comercial es favorable a la UE, pues sus ventas exteriores a ese destino ascienden a 14.000 millones de euros, mientras que importa por valor de 8.000 millones.

Tras la firma, la CE valoró que el acuerdo marca «una importante etapa de las relaciones comerciales entre la UE y Marruecos, conforme a los compromisos políticos adquiridos en el proceso de Barcelona para crear una zona euromediterránea de intercambios libres».