Dos obispos irlandeses anunciaron ayer que han presentado su dimisión al papa Benedicto XVI, sumándose a la renuncia de otros dos religiosos, a raíz de un informe que acusa a la Iglesia católica de haber encubierto los abusos cometidos por obispos pedófilos en la archidiócesis de de Dublín, la más importante del sur de Irlanda.

«Nosotros, el obispo Eamonn Walsh y el obispo Raymond Field, hemos informado (el jueves por la noche) al arzobispo Diarmuid Martin que hemos presentado nuestra dimisión a Su Santidad el papa Benedicto XVI, como obispos auxiliares del arzobispo de Dublín», precisaron en un comunicado publicado en la página de internet de la diócesis de la capital irlandesa.

«Mientras que celebramos la fiesta de Navidad, el nacimiento de nuestro Señor, el príncipe de la paz, nuestra esperanza es que nuestra acción pueda ayudar a devolverles la paz y la reconciliación de Jesucristo a las víctimas/supervivientes de estos abusos sexuales», añadieron, a la vez que reiteraron sus excusas -siempre insuficientes- a los afectados.

Varias asociaciones de apoyo a las víctimas reclamaban su dimisión desde la publicación del informe Murphy, en el que se reprochaba a los responsables del arzobispado de Dublín haber protegido a los obispos responsables de abusos sexuales sobre menores, al no denunciarlos a la policía.

Cascada de dimisiones

El obispo de Limerick (oeste de Irlanda), Donald Murray, anunció su renuncia el pasado 17 de diciembre y el obispo de Kildare y Leighlin, James Moriarty, hizo lo propio más recientemente, el pasado miércoles.