Ventiscas, nevadas, lluvias torrenciales, inundaciones, tornados. Dos tercios de EEUU seguían sometidos ayer a una meteorología totalmente hostil, lo que convertía en muy peligrosos los desplazamientos navideños y forzó la anulación de muchos servicios religiosos.

El balance oficial atribuye 23 muertos, la mayoría en accidentes de tráfico, a la tempestad que comenzó el miércoles en el centro del país. Las autovías estaban cerradas y miles de automovilistas seguían aislados en el frío en el momento del año en que los estadounidenses viajan con mayor asiduidad.

Esta enorme tempestad, la segunda de las intemperies invernales que se abate sobre el país esta semana, no debería amainar hasta mañana sábado, según los expertos. «Es el caos», declaró Chris Vaccaro, portavoz de los servicios meteorológicos estatales.

La tempestad «afecta a una enorme extensión del país y trae aparejado un récord de precipitaciones», señaló, para añadir que «es muy poco habitual que tengamos dos fenómenos de semejante magnitud en una semana, entre mediados y finales de diciembre.

En Oklahoma City (Oklahoma), la nieve llegaba a los 35 centímetros, algo nunca registrado en este Estado, en el que las precipitaciones de nieve caían en forma de tormenta.

Navidades de 1926 en Dallas

Se esperaban más de 60 centímetros de nieve en algunas partes del norte del país. La alerta por ventiscas fue declarada en Dakota del Norte y Texas (Sur), donde la ciudad de Dallas amaneció nevada por primera vez desde las navidades de 1926.

Cientos de iglesias anularon sus servicios de Navidad tanto el jueves como ayer y llamaron a sus fieles a la prudencia. «Las carreteras están muy mal. No queremos que salgan de casa a no ser que estén seguros de que podrán volver», advirtió a la cadena local KEYC-TV Andy Richie, pastor de Mankato, en Minnesota (Norte).

En el este del país, las condiciones de tráfico eran igualmente peligrosas pero no por las ventiscas de nieve sino por las fuertes lluvias tanto en Carolina del Norte como en los estados de Nueva Inglaterra.

Alertas de inundaciones han sido emitidas en muchas regiones en previsión de que se funda la gran cantidad de nieve caída durante la última semana.

Por lo que toca al centro del país, el centro meteorológico nacional (NWS) desaconsejaba ayer todo tipo de desplazamiento, advirtiendo de que las condiciones no eran ya «peligrosas, sino prácticamente imposibles». La acumulación de hielo y la persistencia del viento amenazaban a muchas líneas eléctricas. Decenas de miles de usuarios seguían ayer sin electricidad, miles de ellos en el Estado de Iowa (centro).

Si en Dakota del Norte esperaban temperaturas de hasta 36 grados bajo cero, en el sur la amenaza llegaba bajo la forma de tornados, como en Alabama. Cientos de vuelos han sido cancelados estos días en muchos aeropuertos del país.