Ecologistas en Acción de Nafarroa ha mostrado su sorpresa por la «avalancha» de propuestas de instalación de nuevos parques eólicos en diversos lugares de Erribera y se pregunta «cuándo y en base a qué criterios se ha decidido volver a poner parques eólicos cuando existía una supuesta moratoria para este tipo de instalaciones».

Tras precisar que defiende la eólica como fuente de energía renovable por entender que es «una de las soluciones para la lucha contra el cambio climático», afirma que la «complacencia» del Gobierno de Sanz con la línea propuesta por las empresas eléctricas que instalaron las centrales térmicas en Castejón «ha hecho que difícilmente encajen más parques eólicos».

«Estos nuevos proyectos son demasiado irrelevantes energéticamente para el impacto ambiental que van a provocar, sobre todo cuando la Administración Foral ya ha optado por producir mucho para exportar por métodos contaminantes en vez de ser autosuficientes por medio de energías renovales», señala Rafa Sánchez en nombre de Ecologistas en Acción.

A su juicio, las propuestas para instalar nuevos parques en diversos pueblos de Erribera «no tienen en el panorama energético de Navarra ninguna justificación, ni estratégica, ni medioambiental, ni energética».

Del mismo modo, constata que el desarrollo energético de este herrialde «lo están dirigiendo las empresas» y que existe «una falta de planificación energética» por parte del actual Gobierno.

«Repotenciación»

Partiendo de esta situación, propone la «repotenciación» de los parques eólicos existentes, como el de Cabanillas, y que no se instalen más molinos sino que se les dote de más potencia a los ya existentes. En esta línea, pide que se deniegue la autorización a los proyectos de nuevos parques eólicos en Cabezo Moro (20 aerogeneradores), Monte Alto (25), Ablitas (13), Cascante (13), Caparroso (7) y San Adrián, Azkoien, Andosilla y Azagra.

En estos últimos cuatro municipios pretenden instalar otros tantos parques eólicos, a los que habría que añadir los 33 aerogeneradores ya instalados en Funes, concretamente en el alto de Gurugú, porque «afectaría gravemente a todas las aves esteparias», advierte esta asociación.