El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvió ayer a dar fuerza a la posible creación de un gobierno de unidad nacional al ofrecer a la líder de la oposición, Tzipi Livni, un puesto ministerial, pero su oferta fue recibida con desconfianza.

Según la Radio del Ejército, el secretario del gabinete, Zvi Hauser, se puso en contacto con Livni, y ésta accedió a reunirse con Netanyahu mañana para discutir los pormenores de la propuesta.

La prensa, sin embargo, sospecha de manera unánime de una maniobra política que tendría como objetivo debilitar y dividir al Kadima, partido rival liderado por Livni.

Quienes apoyan esta tesis ven reforzados sus argumentos porque el primer ministro propuso a Livni ser ministra sin cartera, por lo que no tendría ningún poder real.