Ya tenemos nueva imagen publicitaria turística para, se supone, promocionar Euskadi. Una inversión concentrada en los momentos en los que, por mucho que digan, menos ciudadanos ven la televisión en condiciones adecuadas para recibir ningún mensaje que no sea de consumo instantáneo. Los listos de Turismo del gobierno de Antonio y Paco han decidido gastarse parte del presupuesto en una acción propagandística en cuatro televisiones generalistas, privadas, de difusión estatal. Las cuatro que se van a fusionar. No entra TVE, que es la que tiene más audiencia, ni las autonómicas, que también son importantes en estos días donde el totem digital se convierte en un electrodoméstico arrinconado, que simplemente da las campanadas, y que entretiene a los niños, a los viejos o a los solitarios. Ellos, los más listos, los que se han inventado el turismo, los anuncios televisivos y las promociones han decidido pagar favores y dar una imagen totalmente españolizada. Es su única obsesión.

Jorge Fernández, rey de «La ruleta de la fortuna» en Antena 3, junto a Amaia Montero, son los que van a lanzar los mensajes tópicos, cenizos, chatos, que recuerdan infelizmente la época de aquella demócrata que ahora encabeza ese partido que sirve para que ella viva bien y salga en la tele y demuestre su asquerosa tendencia al oportunismo más canalla. Es el mismo espíritu sectario, las frases más ñoñas, siempre dejando claro que para los promotores del anuncio se trata de España, con algunos matices folclóricos y nada más.

La suerte de Euskal Herria es que son muchos los que la visitan desde otra perspectiva y con otra actitud que la que tenía Franco y su familia para veranear en Donostia. Son los que de verdad vienen a ver a sus habitantes, sus paisajes, su cultura precisamente porque son otra cosa. Dicen los actuales ocupantes de Ajuria Enea que «no venden bien su gestión». El problema es que no tienen nada que vender porque no tienen más gestión que la que hace Ares. El resto es circunstancial y publicitario, sin programa. Incomparable, desde luego, como dicen esos anuncios, pero por haber logrado en pocos meses demostrar más ineptitud que los anteriores.