No resulta habitual que un ministro del Interior lance hipótesis como la que ayer formuló Alfredo Pérez Rubalcaba en rela- ción a ETA. Lo hizo, además, en Euskal Herria, adonde había acudido para cerrar el convenio de incorporación de la Ertzaintza a la comisaría conjunta hispano-francesa de Hendaia, asunto que inmediatamente quedó relegado a un segundo plano. Y es que en la rueda de prensa posterior, compartida con el consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, Rubalcaba dejó caer otro titular de mucho mayor impacto: que las Fuerzas de Seguridad trabajan con la hipótesis de que ETA pueda intentar cometer un secuestro próximamente.

El ministro del Interior introdujo la cuestión indicando que en la reunión mantenida por los integrantes de la Junta de Seguridad del País Vasco en la base de la Ertzaintza en Erandio se había analizado también la situación en que se halla ETA, que calificó de «débil» siguiendo el guión habitual.

Rubalcaba añadió acto seguido que es precisamente esa situación la que «le puede estar llevando a pensar en la posibilidad de llevar a cabo un secuestro que le permita una presencia mediática continuada du- rante la próxima presidencia española de la Unión Europea y demostrar a sus seguidores su aparente fortaleza».

Para intentar dar soporte a su hipótesis, Alfredo Pérez Rubalcaba elucubró con que «dada la situación de debilidad y división interna que vive el entramado de ETA, no le vale cualquier atentado. Eso nos lleva a pensar que ETA pueda llevar a cabo un secuestro porque, qué duda cabe, es una acción espectacular; atraería la atención de la que en estos momentos carece, y no tendría demasiados inconvenientes en relación con su mundo».

El ministro del Interior precisó que «por esto hemos tomado las medidas oportunas y hemos acordado que, a partir de hoy mismo, los cuerpos de seguridad, Ertzaintza, Policía y Guardia civil, se coordinen pensando en esta posibilidad».

Los periodistas centraron rápidamente su atención en ese aviso y preguntaron por cuestiones como el posible objetivo que tendrá el, a su vez, hipotético secuestro. Rubalcaba no contestó, y el consejero de Interior, Rodolfo Ares, agregó que «hemos acordado extremar las medidas de protección a todas aquellas personas que pueden ser objetivo de ETA».

En dos meses

Respecto al protocolo firmado, que conllevará la presencia de la Ertzaintza en la comisaría de Hendaia, ambos responsables políticos aseguraron que supone «un paso más en el reforzamiento de la cooperación entre los distintos cuerpos policiales del Estado».

La incorporación de la Policía autonómica vasca se haría efectiva en un plazo de unos dos meses desde la firma de ayer.

Ares precisó que, «dado este primer paso», ahora seguirá «buscando que la Ertzaintza pueda realizar su trabajo fuera de Euskadi en las mejores condiciones y en cooperación y en coordinación con la Guardia Civil y la Policía».

Las dos partes aseguraron que el protocolo prevé también el intercambio de información y análisis relacionados con la lucha anti-ETA, la delincuencia internacional, el narcotráfico o la inmigración ilegal.

Sin embargo, la Ertzaintza sigue sin ser aceptada en el sistema europeo Schengen de intercambio de datos, que ha sido demandada con insistencia al Gobierno español por anteriores ejecutivos de Lakua y que ayer no fue citada por Ares.

Rubalcaba aprovechó la comparecencia en Erandio para referirse a otras cuestiones que no atañen exclusivamente a Euskal Herria. Así, explicó que «a requerimiento de las autoridades norteamericanas, se han extremado las medidas de seguridad en los vuelos que parten desde España con destino a los Estados Unidos». Concretó que se ha instaurado «un tercer filtro, añadido a los dos que ya existían, a los pasajeros, antes de acceder al avión».

«Después de lo sucedido con el avión de Detroit, tenemos que tomar medidas que van a dificultar la vida a los ciudadanos, pero hay que hacerlo porque creemos que es razonable», afirmó Rubalcaba.