El plan estrella de López en Sanidad no llega al 0,03% del gasto del Departamento
El lehendakari, Patxi López, reunió a los altos cargos de su Gobierno para insuflarles ánimos y detallar «el proyecto de futuro que tenemos para este país». Entre las medidas concretas anunciadas se destacó la «reforma gradual pero profunda del sistema vasco de Salud», basada en el cuidado en casa de enfermos crónicos. El gasto previsto para «telemedicina» en 2010 no llega al 0,03% del presupuesto de Sanidad.
Iñaki IRIONDO |
El lehendakari anunció ayer a los altos cargos de su Gobierno que «vamos a dar respuesta a la famosa frase de Kennedy `¿qué puedo hacer yo por mi país?', porque vamos a poner en manos de las personas el protagonismo de Euskadi». Aseguró que «vamos a proponer, y liderar, un nuevo contrato social entre vascos» y lo definió con una palabra: «corresponsabilidad». Y la explicó diciendo que «los poderes públicos, en representación de la comunidad, deben garantizarme derechos y servicios, pero yo estoy comprometido en aportar parte de mi esfuerzo a la comunidad».
Y Patxi López dijo estar dispuesto a llevar el concepto de «corresponsabilidad» hasta los ámbitos más íntimos: «Vamos a apoyar y a formar al paciente para que sea `responsable' de su propia salud y que asuma los cuidados como una tarea que le incumbe personalmente». Para ello se plantea dar el mayor número de servicios en casa, sobre todo a los enfermos crónicos. Es lo que el lehendakari anunció como «una reforma gradual pero profunda del sistema vasco de Salud».
El anuncio cogió pronto vuelo y fue destacado en diversos medios. Pero ¿cuál es su dotación presupuestaria? ¿Cuánto dinero se prevé para su desarrollo? La única partida concreta sobre esta materia en el Presupuesto 2010 de Sanidad, la denominada «telemedicina» asciende a 1 millón de euros de los 3.530 millones del Departamento, es decir, el 0,028%. No nay ninguna otra mención a la «telemonitorización» o los «telecuidados».
De hecho, cuando el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, compareció en el Parlamento para explicar su presupuesto, no hizo mención a semejante plan.
En cuanto a la puesta en marcha de un centro de servicios de salud multicanal para conectar a pacientes y médicos, todavía está en fase de diseño y no tiene ni un presupuesto definido, aunque en 2009 se le atribuyeron 3 millones de euros.
«Sin modelo identitario»
López reunió en el atrio de Lehendakaritza a sus altos cargos y asesores a los que lanzó un discurso de hora y media, en el que entremezcló objetivos genéricos con algunos concretos.
Aseguró que «desde que estamos en el Gobierno muchas cosas han cambiado en Euskadi» y dijo que las relaciones políticas son ahora «mucho más tranquilas». Apuntó que no responderán «al nacionalismo» con «otro modelo identitario», porque su propuesta es «garantizar las identidades diversas y sumarlas. No queremos enfrentar un uniforme con otro».
Alabó el trabajo de Rodolfo Ares al frente del Departamento de Interior y, aunque habló de ETB, no dijo nada sobre el nuevo cambio del mapa del tiempo que están preparando para seguir diluyendo Euskal Herria.
Tenemos las ideas claras. Tomamos la iniciativa. Queremos mejorar en libertad, en solidaridad, en sostenibilidad y en competitividad. Pero queremos hacerlo todos juntos por eso en torno a estos ejes vamos a buscar el mayor consenso posible en diálogo permanente con instituciones, partidos políticos, agentes sociales y los diversos colectivos de este país. Por que Euskadi la tenemos que construir entre todos.
Vamos a liderar un nuevo contrato social entre los vascos, para logar una Euskadi de ciudadanos libres, solidaria, sostenible y competitiva.
Vamos a fomentar los valores de autonomía y responsabilidad del ciudadano. El esfuerzo individual y colectivo. La corresponsabilidad es el concepto que recorrerá la actuación del Gobierno para instalarlo entre la ciudadanía porque todos tenemos que ser agentes activos para construir el futuro de este país.
La garantía de todas las libertades personales. La solidaridad colectiva como elemento unificador de la sociedad.
Tenemos que tener el valor de mirarnos a nosotros mismos, analizar nuestros errores y carencias.
Tenemos que tener la audacia de decir ahora: nosotros queremos llegar allí. A la Euskadi sostenible y solidaria. A la Euskadi de ciudadanos libres e iguales. La Euskadi de identidades compartidas. A la Euskadi de la responsabilidad y el trabajo.
No hemos venido al Gobierno para gestionar, con miedo, los escasos recursos públicos. No hemos venido aquí para asustarnos con la responsabilidad que los ciudadanos y ciudadanas vascas han puesto en nuestras manos. Hemos venido para cambiar el futuro de Euskadi. No tengáis miedo. Recordad la audacia y el valor de los primeros socialistas vascos que soñaron la igualdad ciudadana entre la miseria de las minas.
Levantad la mirada al caminar. Apuntad siempre alto como los arqueros.
Somos el Gobierno que han soñado todos los progresistas de Euskadi.
Somos el Gobierno de todos los que han querido y quieren convivir con sus vecinos sin conflictos permanentes
Somos el Gobierno de todos los emprendedores y empresas que quieren tranquilidad y seguridad institucional.
Somos el Gobierno que han intentado dibujar con sus dedos las personas humildes que se han afanado en construir un futuro mejor para sus hijos.
Somos el Gobierno que han esperado todas las personas que han estado amenazadas por la violencia terrorista.
Somos el Gobierno que buscan los creadores, los jóvenes que quieren derribar los muros que encierran el ingenio y la iniciativa. Somos el Gobierno de todos los que quieren construir con sus manos un futuro más justo y libre.
Somos el Gobierno de todas las personas a las que les gustan los colores. De las personas que creen que se puede vivir juntos siendo diferentes.
Somos el Gobierno de todas las personas de bien de Euskadi que sólo quieren libertad para todos, paz para Euskadi y un mejor futuro para sus hijos.
Somos el Gobierno de todas las personas que quieren reivindicar con orgullo que Euskadi es un referente en nuestro ser europeo.
Somos el Gobierno de los vascos del siglo XXI.
Los ciudadanos vascos nos han permitido el enorme privilegio de soñar un nuevo futuro para Euskadi. Vamos a ser realistas: soñemos un nuevo futuro. Perderemos alguna batalla. Pero la derrota, la verdadera derrota sería no intentarlo.
