Cuatro victorias consecutivas se ha llevado el Real Madrid en sus últimas visitas a San Mamés y el Athletic deberá rozar la perfección si quiere evitar que caiga también la quinta. Así se desprende, por si alguien lo dudaba, del discurso de los jugadores rojiblancos, que admiten que ante los merengues no puede descuidarse un solo detalle.

Si Joseba Etxeberria destacaba la importancia de que equipo y afición vayan de la mano, aunando juego y «ruido», Fernando Llorente incide en su parte, en el acierto de cara a puerta. «Hay que estar muy concentrados, ser agresivos e intentar que no se sientan cómodos, que se sientan presionados y que vean que no es su día. Y aprovechar nuestras oportunidades. Siempre hay alguna, pero seguramente tampoco tendremos muchas, así que hay que aprovechar la que llegue».

Si Iraizoz consideraba que la «receta» para ganar pasa por «sacar la garra» ante un equipo que deja cierta «libertad» de juego a su rival, Iraola destaca la necesidad de «minimizar las pérdidas» de balón por la «presión» del equipo madrileño. Si Koikili apuesta por aprovechar «la confianza que tenemos» por una situación clasificatoria de lo más «cómoda», Gurpegi subraya la importancia de «estar tácticamente bien» y explotar «las jugadas de estrategia».

Y si se compilan todas las declaraciones realizadas por los bilbainos a lo largo de la semana, la receta es tan simple en su comprensión, como difícil en su elaboración: hay que hacerlo todo bien y, además, esperar que el Real Madrid «no tenga un día con mucha pegada», como confiaba Gurpegi. Y es que por muchas críticas que hayan escuchado los merengues esta temporada, Iraola ve un equipo que, también, parece rozar la perfección. «Son muy rápidos arriba, muy verticales y van con muchos hombres al robo de balón -destacó el usurbildarra-. Arriba ha ganado mucho en la verticalidad, aprietan mucho en campo contrario y roban muy arriba el balón». Casi nada.

Y a todo ello habría que añadirle un último detalle bastante significativo, como demostró Muñiz Fernández hace un año. Los bilbainos prefieren no ponerse la venda, aunque es difícil resistirse a valorar los comentarios que ya llegan desde la capital española, donde el «villarato» comparte este año protagonismo con la designación de González Vázquez para pitar el encuentro. «Si hay equipos que no se pueden quejar de árbitros, el Madrid es uno de ellos», recordó Gurpegi.

Incógnitas

Con la esperanza de que el colegiado no se haga notar esta vez, el equipo preparó ayer el choque a puerta cerrada, con lo que se mantienen las incógnitas en torno a los planes de Joaquín Caparrós.

Con el bloque claramente definido, la principal afectaría a Fran Yeste, que podría recuperar la titularidad, en detrimento de Markel Susaeta o Gaizka Toquero. La que cada vez parece más segura es la continuidad de Koikili en el equipo, habida cuenta de que Xabi Castillo no acaba de superar los problemas que ya le impidieron viajar a Málaga.