«Necesitamos un acuerdo político para impulsar un proceso democrático, un acuerdo suficiente para poder activar la fuerza que tiene este pueblo, que tenemos quienes queremos un cambio democrático para este pueblo». Ainhoa Etxaide fijó de esta manera el reto que los agentes políticos, sociales y sindicales de Euskal Herria tienen para los próximos meses, y agregó, después de reclamar también «compromisos claros y determinantes y apuestas firmes», que «sí, se están dando pasos en este sentido».

Recordó, en esta línea, que «lo dimos el 13 de octubre cuando salimos en Donostia a denunciar una nueva ola represiva; lo dimos cuando fuimos a Bilbo a denunciar la represión contra la juventud; lo dimos cuando el 2 de enero algunos partidos políticos tomaron la decisión de no dejar a la Audiencia Nacional que decida sobre qué y cómo se puede manifestar en este país», y agregó que «esos pasos los estamos dando con declaraciones como la de Altsasu, en la que la izquierda abertzale se compromete a impulsar un proceso democrático desde la convicción, el compromiso y desde la certeza de que eso es lo que este pueblo demanda y tenemos capacidad suficiente para impulsarlo». «Sí -resumió-, estamos dando pasos, van a consolidarse y eso va a ser lo que va a marcar este año».

La secretaria general de LAB se dirigió en estos términos a sus compañeros y compañeras que abarrotaban el graderío del frontón Atano III con motivo de la asamblea nacional de la central abertzale. En su discurso habló de los objetivos del sindicato en el contexto de crisis económica que estamos viviendo y defendió la alternativa de LAB frente al modelo fical y laboral que imponen patronal y gobiernos, pero dedicó gran parte de su intervención a valorar la situación política de este país.

Reto: desbloquear la situación

Tras un emotivo recuerdo a Rafa Díez -preso tras la redada policial de octubre-, que fue recibido con una cerrada ovación, Etxaide sostuvo que «los resultados que hemos obtenido gracias a la lucha nos dejan afirmar que tenemos fuerza suficiente para crear nuevos escenarios» y señaló que «hemos dado grandes pasos, pero todavía nos queda mucho por hacer». En este sentido, apuntó que «hemos creado las condiciones necesarias para dejar atrás todo un ciclo político, pero también es cierto que han conseguido bloquear la situación y que con ese bloqueo ellos son los que ganan». «Por tanto -añadió-, tenemos un reto principal, que es desbloquear la situación».

Para ello, como «única alternativa a la imposición», defendió que la fórmula consiste en «darle la palabra a Euskal Herria». Para la secretaria general de LAB, «ésa es la única alternativa democrática», la alternativa a la imposición, «decidir sin injerencias, sin violencias de ningún tipo, sin más límite que el compromiso de respetar la decisión que exprese este pueblo».

Frente a este escenario, opuso la actitud de quienes tienen «mucho miedo a lo que los hombres y mujeres de Nafarroa, de Bizkaia, de Gipuzkoa y de Araba vayan a decidir». «Ése, y no otro, es el problema», zanjó.

Etxaide explicó que desde LAB entienden que «no hay alternativa al diálogo y la negociación, no hay alternativa a situar en la voluntad de la ciudadanía la capacidad de resolver en términos democráticos el conflicto». «No hay alternativa a la negociación y a los acuerdos» insistió, recordando que «ésa es la vía que más nos ha acercado a una resolución del conflicto en este país».

Anoeta, referencia válida

Siguiendo con este argumento, valoró que «ésa es la vía que ha demandado la sociedad vasca, que es referencia y punto de encuentro de muchas y muchos en este país» y, por ello, subrayó que «Anoeta sigue siendo una referencia válida». «Anoeta -prosiguió- para la izquierda abertzale sigue siendo una referencia vigente, es lo que más nos llegó a acercar al proceso de resolución que demanda este país». En este contexto, señaló que a los agentes políticos, sindicales y sociales de este país «nos corresponde llegar a acuerdos», acuerdos sobre «cómo dar la palabra a la ciudadanía, sobre cuáles son las condiciones democráticas que garantizarán su derecho a optar por cualquier proyecto, sobre cómo materializar el cambio político que necesitamos». «Esos son -opinó- los acuerdos que abrirían irremediablemente un nuevo ciclo político en este país».

A juicio de LAB, «esos son los acuerdos que necesitamos, y son los agentes políticos, sociales y sindicales, sin exclusión, desde la participación de todos los proyectos políticos, los responsables de alcanzarlos».