Ha pasado casi una semana y todavía colean las declaraciones realizadas por José Antonio Camacho tras la derrota frente al Depor. Tal vez era el objetivo que perseguía -estimular a sus hombres-, pero no tiene pinta de que en el seno del vestuario todos se lo hayan tomado de la misma manera.

Las relaciones entre míster y jugadores ya se enrarecieron bastante al final de la pasada temporada y lo que parecía una herida cerrada no se antoja que esté sanada del todo. Incluso algunos que todavía no formaban parte de la plantilla, como es el caso de Camuñas, no es que critiquen abiertamente a su técnico, pero sí que parecen disentir en algunos aspectos.

«Como profesionales, a nadie le hace falta, porque ya tenemos una cierta edad, que le llamen la atención, pero en ese momento vio que tenía que dar un toque de atención y ya está. Hay que pasar página», manifestó el madrileño respecto a las crudas manifestaciones del de Cieza. «Igual que no me gusta rectificar a ningún compañero ni entro a valorar lo dicho en una rueda de prensa, nunca lo he hecho con ningún entrenador, cada uno tiene la opinión que él cree en su momento», matizó.

Las discrepancias, si así se pueden denominar, también llegan al estilo que debe desarrollar el equipo. De sobras es conocido que Camacho defiende el juego directo, o para ser más precisos, lo aplica por las características de los jugadores de que dispone, según ha señalado en más de una ocasión. Sin embargo, para Camuñas es necesario algo más de toque.

Ilusión, que no euforia

«Está claro que el equipo no va sobrado de goles, pero quizás también nos falta en muchos momentos un poco más de trato de balón para crear ocasiones», indicó. «También es verdad que el resto de conjuntos no van sobrados en este aspecto; el Depor nos tiró una vez y el Madrid, otra», añadió.

No es que el juego desplegado por la escuadra navarra haya desatado la euforia entre la parroquia rojilla, pero es innegable que las opciones que el equipo atesora -en especial por lo asequible de los cruces, pese al Atlético- para volver a alcanzar su segunda final copera han devuelto cierta ilusión a una hinchada, cuyos últimos estímulos no han pasado de la lucha por la permanencia a última hora.

La plantilla lo sabe y comparte ese mismo objetivo. «Es un torneo en el que tenemos mucha ilusión por cómo se nos ha puesto a estas alturas. Está claro que los conjuntos denominados gordos están en el otro lado del cuadro y eso hay que aprovecharlo. La gente dice `O este año, o nunca', pero tenemos ahora una eliminatoria complicada con el Racing», avisó el carrilero, que fue de lo mejor frente al Hércules.