Todas las carreteras que habían sufrido cortes por desbordamientos de ríos en Nafarroa quedaron abiertas a primeras horas de la mañana de ayer. A las 10.00 tan sólo permanecía cortada -en su punto kilómetroko 13- la NA-6140, que une Tafalla con Miranda de Arga, pero a lo largo del día la situación se fue normalizando.

Según informó el Ejecutivo navarro, el aumento del caudal de los ríos se comportó conforme a las previsiones y la crecida no alcanzó el nivel de extraordinaria, sino que se mantuvo en niveles ordinarios.

Las puntas de crecida del Arga a su paso por Iruñea y el Ega por Lizarra se alcanzaron hacia las 22.00 del día anterior, con un caudal de unos 240 metros cúbicos por segundo en el caso de la capital navarra.

La crecida del río Arga estuvo motivada principalmente por el incremento de los caudales de los ríos Ultzama y Arakil, que provocaron desbordamientos en varios puntos de su cauce.

El Gobierno también informó de que durante la noche se iba a vigilar de forma especial el aumento del caudal del río Ebro, cuya punta de crecida se esperaba para la medianoche. En concreto, se preveía un máximo de 2.300 metros cúbicos por segundo a su paso por Castejón.

En cualquier caso, la Agencia Estatal de Meteorología indicó que para este fin de semana sólo se establecía la alerta amarilla en el Pirineo navarro por riesgo de aludes.