Citigroup pondrá un tope de 100.000 dólares a los bonos de sus altos ejecutivos
GARA |
El banco estadounidense Citigroup pondrá un tope máximo de 100.000 dólares (69.400 euros) a los bonos en efectivo de sus ejecutivos con el objetivo de «calmar la ira» que despiertan los primas de Wall Street en la sociedad, aunque está decisión suponga dificultar la retención de sus mejores directivos, según publicó ayer «Financial Times» citando fuentes cercanas a la situación. Según este periódico, la cartera de primas de 2009 del banco, en el que el Gobierno estadounidense mantiene una participación del 27%, sería similar a la del año 2008, un nivel relativamente bajo en comparación con los bonus ofrecidos en años anteriores.
La entidad, que rehusó valorar esta información, pagará, al igual que otros bancos, gran parte de sus bonos en acciones que no pueden ser vendidas durante un cierto tiempo y limitará la parte que entregará en efectivo a una cifra por debajo de los 100.000 dólares.
Las primas Citi se enfrentarán además a un control más estricto debido a la participación del Estado en la entidad. El banco estadounidense logró devolver el pasado año 20.000 millones de dólares (13.870 millones de euros) de la ayuda pública prestada por el programa de alivio de activos tóxicos (TARP por sus siglas en inglés) del Ejecutivo de EEUU, lo que técnicamente libera a la entidad de las restricciones gubernamentales a los sueldos de los altos ejecutivos para el próximo año.
Marcha de directivos
Los ejecutivos de Citgroup han asegurado que la devolución del dinero prestado por el TARP ha sido «crucial» para evitar la marcha de algunos directivos porque para ellos supone poder aspirar a mayores pagos en 2010 al liberarse de las restricciones del Gobierno. De hecho, según las fuentes del diario estadounidense, la entidad ha tenido problemas para retener a algunos de sus mejores trabajadores por esta cuestión.
Aunque es posible que la decisión de Citigroup de poner un tope a los bonos provoque la marcha de algunos empleados, muchos de sus trabajadores ya esperaban un pago reducido debido a la participación del Gobierno estadounidense y el bajo rendimiento de algunos negocios de la entidad.
La decisión de las principales entidades que operan en Wall Street de mantener los bonos para sus ejecutivos, incluso en los peores momentos de la crisis y aun habiendo recibido ayudas públicas millonarias, ha sido recibida con un gran enfado por parte de la opinión pública estadounidense, que ve cómo las grandes compañías van saliendo a flote gracias a su dinero mientras el paro de dispara a niveles históricos.