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«El tema analógico es una forma de sentirnos más cerca de la matriz»

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Unai G. de Kortazar

BATERIA DEL GRUPO POSITIVA

Positiva es el resultado de un sueño de cuatro músicos del Bilbo más árido que busca su propio camino en la jungla rockera. «Prodigal Songs», su segundo disco, los encumbra artísticamente y sienta las bases de un futuro prometedor a pesar de las trabas de la propia escena.

Izkander FERNANDEZ | BILBO

El año se abre atractivo para Positiva, ya que a la edición reciente de su segundo disco le sigue hoy mismo compartir escenario con Nebula, en Hondarribia. Momento excitante que suele nutrir los débiles cimientos de tanta y tanta formación sin conciertos a la vista.

Esta noche actúan junto a Nebula en el Psilocybenea de Hondarribia, ¿ha sido Nebula una referencia para Positiva?

Nebula aporta muchas cosas positivas y una de ellas es la de ofrecer conciertos de calidad al público. Es una banda que nos agrada y que respetamos, pero no consideramos que sea una influencia para Positiva. Tienen calidad, se han hecho un nombre en el panorama internacional y mantienen una propuesta interesante. Seguro que el concierto de esta noche va a ser una buena velada de r'n'r por parte de las dos bandas.

¿Cómo se siente un músico ante un concierto como el de esta noche?

No necesitamos una motivación especial a la hora de salir a tocar, aunque está claro que el hecho de tocar con Nebula es un aliciente. Nos conformamos con un público dispuesto a escuchar y a responder, aunque desde luego, ésta es una de esas ocasiones en las que sentimos estar en el sitio adecuado. Algo que no siempre sucede. En definitiva, estamos con muchas ganas de subir al escenario y ofrecer un bolo enérgico.

«Prodigal Songs» puede pasar por ser uno de los mejores discos publicados en Euskal Herria en 2009. ¿Cuál está siendo el recibimiento del disco por parte del público?

Aún es pronto para hablar del apoyo, ya que apenas lleva mes y medio en la calle, pero lo que sí estamos viendo es una buena respuesta por parte del público en los directos. La gente está acudiendo a nuestros conciertos, está respondiendo y está comprando el disco tras el bolo, así que de momento no nos quejamos.

Hard rock setentero, grabaciones analógicas, pasión por el vinilo... ¿Es posible sentir nostalgia por algo que apenas se vivió?

Más que nostalgia, diríamos que sentimos afinidad por la forma de hacer música en esa época. No pretendemos vender ninguna historia, el 90% de lo que escuchamos proviene de ese momento, y a la hora de ponernos a tocar, realmente nos sale de dentro. El tema analógico es una forma de sentirnos más cerca de la matriz, una fórmula más cruda, natural y directa, que en contraposición a las sobre producidas grabaciones digitales de hoy en día, aporta una buena dosis de frescura.

¿A qué se debe el cambio de batería?

Simplemente a cosas que el tiempo y las circunstancias acaban poniendo en su sitio. El anterior buscó otro camino y ahora todos vamos a uno.

De Sabbath a Zepelin pasando por otros clásicos más ocultos como Humble Pie, Blue Cher, Blue Oyster Cult y puede que incluso los Whitesnake de la primera época. Una delicia. ¿Falta algo?

Quizá el cóctel contenga unos ingredientes más cargados y variados. Son muchísimas las bandas que podríamos citar, pero así, a bote pronto, podemos reducirlo a lo que nos atrae de ellas, que podría ser el feeling del soul, energía punk, funk, psicodelia... y, sobre todo, ¡rock and roll!

¿Existe un hueco en el debilitado tejido musical de Euskal Herria para una banda con trasfondo añejo como Positiva?

Pues parece que más o menos sí, hay gente que cree en nosotros. De todas formas ya sabes lo difícil que es este mundo, a la gente tienes que ganártela con buenos discos, buenos conciertos y con mucha constancia. Y aun así, tienes que tener suerte u otro tipo de factores no controlables a tu favor para que las cosas te vayan bien. Puede que éste sea un buen momento para dar un pequeño golpe de timón. Es positivo que exista un espacio para otro tipo de bandas, que practican estilos más clásicos o añejos, y que pueden llegar a aportar más que los que actualmente se llevan la mayor parte de la atención.

 

Centauros escribiendo canciones pródigas

“Prodigal Songs” (Odio Sonoro) comienza como si fuese un sueño. Como una especie de dulce deja vu que más que inquietar hace que decenas de sensaciones y recuerdos se agolpen en la retina del oyente. Lo siguiente es sentir emoción y evaluar la suerte que se tiene por asistir a un nuevo pequeño milagro de la escena rockera vasca. Positiva ha grabado un segundo disco con sabor a clásico desde la inicial “Brother Eagle” hasta la final “Birdhouse”. Las diez composiciones que forman el sucesor de aquel brillante “Centaur’s Ride” equivalen a una vieja maquinaria engrasada con mimo para que funcione como el primer día. Es la consecuencia directa al amor que las cuatro cabezas que forman Positiva sienten por el rock de otros tiempos. Momentos pretéritos ajenos a lo digital, en los que los dinosaurios que dominaban la tierra eran seres vigorosos y no reliquias en vida. En “Prodigal Songs” hay lugar para los clásicos que todo el mundo maneja (Sabbath-Zepelin- Purple), pero también para los de segunda línea (Humble Pie, Whitesnake o Gran Funk Railroad) o incluso los de extrarradio (Lucifer’s Friend). I. FERNANDEZ

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