«Start, Restart, Undo» y su creadora, Anni, se encuentran nominados en varios apartados -los más sugerentes- de los Premios de la Música. No extraña, pues la malagueña ha demostrado que las enseñanzas tomadas de músicos como Nick Drake (del que también se alimenta nuestro Petti) o Elliot Smith, han fertilizado: «Nunca he percibido algo parecido a lo que sentí la primera vez que escuché a Elliot Smith y Nick Drake y eso no se me ha olvidado y no se me va a olvidar. Cada vez que escucho algo de ellos, siento algo tan fuerte y real que es difícil dejarles. Creo que el nivel que tienen al componer una canción se sale de la realidad, es pura magia», destaca Anni.

Curiosamente, los dos artistas referenciados han fallecido hace años, como recientemente ha ocurrido con Kate McGarrigle, madre de Rufus Wainwright, que Anni siente por sensibilidad y escasa distancia con la familia Wainwright: «Se siente de forma especial, en mi caso, por identificarme con esa persona musicalmente. Si esa artista ha significado algo para ti y ha influido en tus composiciones, te afecta. Pero no creo que sea por ser músico, sino por haber pasado momentos de tu vida escuchando y sintiendo sus canciones».

Inmaterial

Las canciones de Anni son neblinosas, partidas por el sol de media tarde, batidas por la espuma del mar. Representan el gusto por la belleza, un concepto etéreo, sin paredes. «Una canción sin letra puede ser bella, una canción sin música puede ser bella y un silencio también puede serlo. Se trata de nosotros y el momento. Está dentro de cada uno el ver una canción de una determinada forma y nosotros estamos condicionados por sentimientos y lo que nos ocurre en cada momento. Por eso, una canción triste cuando uno está triste, nos puede parecer de lo más bello y, sin embargo, cuando estamos contentos, nos puede llegar de forma diferente».

Las raíces musicales de Anni se encuentran en la década de los sesenta y las capas posteriores que se han basado en el resplandor de esos años. «Me siento una niña del 87 enamorada de la música de los 60 y que aún le queda mucho por aprender de la música y por escuchar. Oigo todo tipo de música, el folk, soul, jazz, rock, electrónica, pop... Según la época por la que pase me da más por un estilo que por otro. Pero mi `hogar dulce hogar' es mis sesenta. Siempre vuelvo a esa época cuando me quiero sentir como en casa. Ahora también escucho Sigur Rós y Radiohead».