«La próxima pandemia tendrá que vencer muchas reticencias»
Este investigador catalán (1970), que ejerce como doctor en genética molecular al frente del laboratorio de mecanismos de muerte celular de la Universidad de Leicester, es un conocido divulgador científico y autor del recién publicado libro ‘‘Las grandes plagas modernas’’ (Destino).
Joseba VIVANCO |
La OMS salió fortalecida de cómo se resolvió la crisis de la gripe aviaria. ¿Puede perder buena parte de esa credibilidad?
Sin duda, su credibilidad ha sufrido un golpe en esta pandemia y creo que ha sido debido a un problema de comunicación más que a un error en la reacción a nivel sanitario. La obligación de las autoridades es prepararse para el peor de los casos, que es lo que han hecho. Cuando empezó la pandemia no se podía saber si sería grave o no, de la misma manera que no sabíamos qué pasaría cuando hubiera un segundo brote en invierno. Lo sensato era acumular suficientes vacunas y tratamiento por si se trataba de una pandemia agresiva. El problema ha sido no saber implicar al público en estas decisiones y dejar claro que el riesgo ha existido siempre. El hecho de que la pandemia haya sido de momento leve se ha visto al final como un fallo de previsión en lugar del hecho positivo que es. Este es un tema que habrá que solucionar, porqué si algún día llega una pandemia realmente grave, lo cual es una posibilidad que no podemos descartar, hará falta una actuación coordinada a nivel global. De nada nos sirve tener la mejor vacuna posible si la gente no se la quiere poner. La desconfianza puede causar un número innecesario de muertes.
A toro pasado es más fácil hacer valoraciones, pero ¿qué se ha hecho mal y qué bien?
Se han coordinado muy bien los esfuerzos entre países, mejor que con la gripe aviar. Se han declarado los casos rápidamente en la mayoría de lugares y se ha trabajado intensamente para conseguir las herramientas de diagnóstico y la vacuna cuanto antes. Pero sigue habiendo un déficit importante en lo que se refiere a poder obtener suficientes dosis de la vacuna. A pesar de que al final hemos tenido suerte y no hemos necesitado tantas, si la pandemia hubiera sido grave no hubiera habido para todos los que la hubieran necesitado. Hay que ser capaz de incrementar el ritmo de producción aún más si es necesario y para eso se necesita la cooperación de las compañías farmacéuticas. Quizás la lección más importante que podemos sacar de esta pandemia es que hay que trabajar más en el apartado de informar al público. Hay que evitar inducir el pánico innecesario en fases iniciales y evitar así el consecuente efecto rebote que hemos visto estos días si al final la pandemia es leve.
¿Se han impuesto los intereses comerciales a los de la salud?
Naturalmente, las farmacéuticas tienen sus intereses y hay que vigilar que no los impongan ni presionen a las autoridades. Lo que hay que dejar claro es que el virus de la gripe es impredecible, que el riesgo de una pandemia grave existe, no es un invento de las compañías, y que debemos prepararnos. Han sido los gobiernos quienes, correctamente, han pedido más dosis de vacunas basándose en la posibilidad de que esta pandemia fuera a ser grave, una posibilidad que no se ha podido descartar hasta que se han tenido todos los datos. No creo que haya hecho falta la intervención de ninguna farmacéutica para animarlos. De todas maneras, si ha habido presiones por parte de alguien primero habrá que demostrarlo, y es importante que la OMS haya puesto en marcha un comité para aclararlo.
Las duras acusaciones hechas desde la UE a la OMS y su connivencia con las farmacéuticas, ¿están a su juicio fundadas?
Visto desde fuera y teniendo en cuenta las características de una pandemia de gripe, la reacción de las autoridades parece la adecuada: prepararse para lo peor. La verdad, de momento, sólo la saben los implicados. Si realmente existen pruebas de que ha habido presiones de las farmacéuticas es importante que se sepa, pero asumir que ha sido así por defecto es prematuro e irresponsable. Las farmacéuticas hacen dinero a costa de la salud, es cierto, pero eso no quiere decir que actúen siempre de forma ilegal por sistema. Nos guste o no, son una pieza indispensable de nuestro sistema de salud.
Se ha hablado mucho de que ésta ha sido una pandemia mediática. ¿Han ayudado también los medios de comunicación a generar ese alarmismo por su falta de criterio crítico?
La culpa de la reacción a esta pandemia es un poco de todos. Empezando por la OMS por quizás no transmitir la información de la manera adecuada y pasando por los gobiernos por no saber comunicar la gravedad exacta de la situación y las medidas a tomar, la prensa por amplificar los datos más negativos, los médicos por desconfiar de los datos de los expertos y del público por escuchar a cualquiera que alzara un poco la voz. Habremos de esforzarnos todos un poco de cara a la próxima pandemia.
Un alto ejecutivo de la propia OMS hablaba hace meses sobre qué bueno sería si la movilización mundial para luchar con tra el sida o el dengue fuera igual de universal que con estas epidemias a la moda...
Son casos distintos. La aparición de una pandemia de gripe requiere una actuación rápida e inmediata. Eso no significa que no haya que invertir dinero de forma constante en enfermedades que afectan a países que no tienen suficientes recursos. Por suerte, esto está empezando a cambiar. Hay que asegurarse de que se destinan recursos a estas enfermedades `olvidadas', pero no a costa de bajar la guardia en otros frentes.
¿Qué sucederá la próxima vez que la OMS tenga que alertar de un nuevo virus?
Que tendrá que vencer una serie de reticencias importantes, cosa que puede retrasar la reacción ante el virus. La gente asumirá que se trata de otra epidemia o pandemia leve, pero no podemos garantizarlo.
El siglo XXI ¿tendrá, como estamos viendo e inevitablemente, sus propios virus?
Seguramente. En el siglo XX aparecieron virus nuevos como el del Ébola, el SARS o el HIV. Lo más lógico es pensar que pasará lo mismo en este siglo. Aparte, puede haber mutaciones en virus ya conocidos, como hemos visto en el caso de la gripe, con el riesgo de que se vuelvan más agresivos. No podemos predecir cuándo sucederá ni si los nuevos virus provocarán pandemias terribles, como ha pasado con el sida.
¿Es posible que otro virus del sida aguarde latente en algún lugar del planeta?
Sí. El virus del sida, como otros, proviene de los monos. No sabemos qué otros virus pueden pasar a humanos a partir de los animales. Hay que estar alerta para poder reaccionar.