El presidente de Malawi sustituye a Al-Gadhafi al frente de la UA
Bingu wa Mutharika, presidente de Malawi, sustituye al líder libio, Muammar al-Gadhafi, al frente de la Unión Africana (UA), que ayer inauguró su cumbre en Addis Abeba. Al-Gadhafi abandonó su cargo reclamando una mayor unidad africana. La UA recordó a los muertos en Haití y durante la cumbre que se clausurará mañana analizará la situación de Sudán, Somalia, Guinea-Conakry y Madagascar y la situación de subdesarrollo del continente.
GARA
El presidente de Malawi, Bingu wa Mutharika, tomó posesión ayer del cargo de presidente de turno de la Unión Africana (UA), sucediendo al controvertido dirigente libio Muammar al-Ga-dhafi, en un primer día de una cumbre que rindió homenaje a las 170.000 víctimas del terremoto de Haití.
«Mi hermano el presidente de la República de Malawi, Bingu wa Mutharika, va a sustituirme y tomar el relevo» al frente de la UA, declaró Al-Gadhafi.
El anuncio tuvo lugar tras una reunión de media hora a puerta cerrada entre los jefes de Estado y de Gobierno de los 53 países que forman la UA.
«Acepto esta responsabilidad con humildad», respondió Mu-tharika, de 76 años, agradeciendo a los países de África austral su «apoyo unánime e incondicional».
«África no es un continente pobre, pero la población africana lo es a pesar de que tenemos muchos recursos naturales», insistió Mutharika.
«Tenemos científicos, ingenieros, artistas, campeones deportivos que actualmente viven en los países occidentales y contribuyen a su desarrollo», lamentó.
El nuevo presidente de la UA reclamó a sus colegas «más acción, hay que ir más allá de las decisiones, resoluciones y declaraciones y comenzar a actuar, ha llegado la hora del desarrollo de África».
Malestar libio
Antes de la cumbre, el coronel Al-Gadhafi dio a entender que deseaba mantenerse en el puesto que ocupaba desde hace un año. En su discurso, no se contuvo en sus críticas hacia la organización panafricana, afirmando que «el presidente de la UA no tiene ninguna prerrogativa».
«Si tenemos una única voz africana, una sola política exterior en los foros internacionales, seremos escuchados. Si no nos unimos, seremos colonizados una vez más», advirtió el líder libio, reclamando de nuevo una mayor integración africana.
«No necesito ningún título, me mantendré en el frente para luchar a favor de la UA», anunció Al-Gadhafi.
La cumbre se inauguró ayer por la mañana en Addis Abeba, sede de la UA, con un homenaje a las víctimas del terremoto de Haití.
«Lo que ha sucedido en Haití es una tragedia que transciende las fronteras. África es el lugar de origen de los haitianos fallecidos y debemos ser quien más se preocupemos», declaró el presidente de la Comisión de la UA, Jean Ping. Recordó la deuda de África hacia Haití, «la primera república negra del mundo desde 1804, que portó la llama de la emancipación del pueblo negro y pagó un gran tributo por ello».
La decimocuarta cumbre de la Unión Africana, que concluirá mañana, tiene que tratar también la cuestión de Sudán un año antes del referéndum sobre la independencia del Sur, la guerra civil que padece Somalia, el impasse político de Madagascar y el régimen de transición de Guinea-Conakry un año después del golpe militar.
Bingu wa Mutharika, de 76 años, gobierna Malawi desde 2004 y se caracteriza por sus frecuentes cambios de política y por mantener la lucha contra la pobreza como una de sus prioridades.
Es economista y ha trabajado para numerosas organizaciones internacional, entre las que se incluye el Banco Mundial. Fue reelegido en 2009 sin grandes problemas para un nuevo mandato de cinco años y su formación, el Partido Progresista Demócrata (DPP) tiene mayoría absoluta en el Parlamento.
Descrito como tecnócrata, traidor o político maquiavélico, pero también como adalid de la lucha contra la corrupción, Mutharika tuvo dificultades durante su primer mandato para soltar amarras respecto a su mentor, el ex presidente Bakili Muluzi (1994-2004), a quien acusó de corrupción lanzando contra él la maquinaria judicial.
De golpe, se encontró en minoría en el Parlamento, ya que su partido disponía de menos de 60 escaños de un total de 193. De este modo pasó los cuatro últimos años de su primer mandato, intentando evitar que los diputados lo derrocasen.
Mutharika tiene una carrera política marcada por los cambios de dirección. Tras participar, durante la dictadura de Kamuzu Banda (1964-1994), en la creación del clandestino Frente Democrático Unido (UDF), lo abandonó para formar su partido antes de las elecciones de 1999. Tras su derrota en estos comicios, se acercó al presidente Muluzi, lo que le valió ser nombrado adjunto del gobernador del Banco Central y en 2003 ministro de Economía y Desarrollo. GARA
