Delegados de ELA se manifestaron ayer ante el Palacio de Justicia de Donostia coincidiendo con la celebración de un juicio para delimitar la responsabilidad de Cementos Rezola en el fallecimiento de un ex trabajador. El sindicato denunció que empresas y administraciones pretenden «ocultar» la afección del amianto y destacó que a Ezequiel Illarramendi, tras 45 años en la cementera, se le diagnosticó mesioteloma pleural «producido por el contacto que tuvo con fibras de amianto». Sin embargo, la empresa, según ELA, dijo no tener conocimiento de que hubiera amianto en el centro de trabajo.