Dadas las circunstancias, el partido de ayer en el Drazen Petrovic de Zagreb era de esos de sacarlos por lo civil o lo criminal para seguir vivos en la Euroliga y, en un agónico partido, el Baskonia fue capaz de sacarlo por la segunda vía. Con Lior Eliyahu resucitando el espíritu de Thierry Gadou en la Copa de Valencia de 2003, el coraje de los jugadores azulgranas, remontando un -17 sin su referente y guía en la cancha sirve para arreglar un partido que bien pudo írseles en otro arranque nefasto y una absurda pérdida en los instantes finales -pérdida tras saque de banda a favor-.

Si ayer alguien fue capaz de pagar 104 millones de dólares por la «L'Homme qui marche I» de Alberto Giacometti, los baskonistas también pudieron comprobar lo que vale «su caminante» particular.

Y es que, sabido era que sin Splitter el Baskonia iba a ser inferior en físico, pero resultó que sin el brasileño también está huérfano de mente y espíritu. Porque al margen de la consabida desventaja en rebote e intimidación, todos los sistemas ofensivos azulgranas pasan por sus manos y sin su guía interior, el ataque baskonista naufragó con estrépito en un nefasto primer cuarto. Obligados a realizar cosas a las que no están acostumbrados, ni el ataque ni la defensa funcionaron y el desastre sobrevoló Zagreb con un angustioso 33-16 en el marcador.

De menos a más

Por contradictorio que parezca, en un partido extrañísimo, entre Eliyahu y Herrmann sostuvieron al equipo por dentro, pero la mayor hemorragia llegó por fuera, por donde, pese a intentarlo con todos sus efectivos -Dean y Singletary no aportaron nada- la superioridad física de Gordon en el 1x1 hizo un gran daño a los bases azulgranas. El -8 del descanso fue lo mejor de una primera parte muy desalentadora.

El descanso sirvió para aclarar unas ideas a las que poco a poco los gasteiztarras se iban acostumbrando y desde una mucho mejor defensa y la irrupción de Teletovic en ataque, lograron reducir desventajas hasta conseguir ponerse por delante tras otra canasta de Eliyahu.

Sin embargo, lo que teóricamente podía ser un recurso azulgrana, una zona plantada por Perasovic, se le atragantó al equipo gasteiztarra, devolviendo la iniciativa a la Cibona.

Los croatas volvieron a abrir brecha al comienzo del último cuarto alcanzando siete puntos de ventaja, pero el Baskonia demostró un gran espíritu de supervivencia para mantenerse sobre el alambre. English y Teletovic salvaron con triples sus errores y precipitaciones en medio del caos, respondiendo a un gran Marko Tomas. Afortunadamente, Cibona falló hasta tres balones bajo el aro tras el fallo de Huertas en banda y Eliyahu redondeó su mejor actuación.