Mucho, mucho ha mejorado el cuarteto de Tolosa Desordutan desde su primera maqueta en el año 2006. Su nuevo álbum es convincente, el sonido de la banda sólido y las composiciones divertidas, pegajosas. Ni un pero a su notable avance y al ejemplo de progreso que supone su nuevo álbum.

«Parece que lo habitual es partir de un grupo cañero y con el paso de los años bajar el pistón hacia algo más pop. A nosotros parece que nos está pasando a la inversa, puesto que `Eromena zor dizut...' tiene bastante más de rockero que de popero. Bastante más intenso que la primera experiencia en el estudio. No obstante, en nuestro caso, somos gente que escucha y disfruta de todo tipo de música y el pop-rock es el cruce de caminos en el que nos hemos encontrado», comenta Joseba Aranburu, voz y guitarra de la banda, que se completa con Iñigo al bajo, Egoitz a la guitarra solista y Julen a la batería.

Desordutan apunta que escuchan un poco de todo: discos viejos, nuevos, radio, internet... «Aunque reconozco que no entramos al local pensando en `vamos a tocar una de tal grupo'. La verdad es que los temas salen de una forma natural, partiendo de un esbozo de cuatro acordes, cada uno aporta lo suyo», señala Joseba, quien tocó hace años en una banda llamada Waika con influencias de los primeros Itoiz. Curiosamente, «Rue st. Dennis», contiene un entorno festivo y ágil muy en el tono de Itoiz. Para Desordutan mantener la disciplina de los ensayos es el lado a cuidar más, estar todas las semanas pendientes, pero «es importante que los ensayos sean algo distendido, algo entre colegas -que es lo que somos ante todo-. El último año, con la preparación del disco, la grabación y los primeros directos ha sido muy especial e intenso para los cuatro».

Desordutan agradece a Bonberenea su trabajo y esfuerzo: «Sin duda alguna. Fueron ellos los que, a finales del 2008, cuando Iñigo tuvo un grave accidente, nos siguieron animando para que nos pusiéramos en marcha cuanto antes y grabásemos el disco que deseábamos. Además, lo hicimos allí mismo, en Bonberenea, sin presión, entre amigos... Desde luego, supieron orientarnos. Y en cuanto al trabajo que se realiza allí, semana a semana, sin descanso, es de alabar y de tener en cuenta, sobre todo en estos días en los que se viene hablando, muchas veces sin conocer la opinión real de los `pirómanos' de Bonbero, el futuro de la casa».