La verdad se dicha, la noticia que os traemos a estas páginas es de esas que se agradecen. Una de esas noticias que se celebran en el ámbito alpinístico, sobre todo porque es de las que aportan y mantiene viva la llama del alpinismo técnico y de compromiso.

Nos referimos a la escalada realizada por los franceses Cédric Périllat y Patrice Glairon-Rappaz a la vía «Aux amis disparus» en la Nez de Zmutt, en plena cara norte del Cervino (4.447 m). Una sobresaliente actividad que se traduce en la primera ascensión completa de la línea y en la primera invernal. Casi nada.

Excepto esta actividad, hasta el momento no había en circulación nada parecido; es decir, las invernales de esta temporada en vía técnicas y de compromiso ni existían. Las condiciones son las que mandan, y así durante estas últimas semanas sí os hemos informado de escaladas en hielo muy importantes realizadas en los Alpes.

Sobre los protagonistas de esta escalada en plena sección de la Nez de Zmutt, adelantaros que se han unido juventud y veteranía. Périllet, por ejemplo, se presentaba como el «estudiante»; y es miembro del equipo de jóvenes alpinistas de la CAF.

Glairon-Rappaz, en cambio, era el «profesor». Se trata de un alpinista que ya ha recorrido varias páginas de esta sección. Un alpinista que se ata en numerosas ocasiones la cuerda con otro conocido de estas páginas: Stéphane Benoist. Ambos son representantes de la elite de actividades duras de los Alpes y de las montañas técnicas del Himalaya.

En el caso de este último, parece ser que no le van los letargos invernales. Entre otras, ya tiene firmadas en temporada invernal la «Serge Gousseault» de la norte de las Grandes Jorasses con Benoist en el 2000; la«Superintegral del Peutérey» con Benoist y Patrick Pessi en el 2002; o la «directe de l ´amitié» con Benoist y Paul Robach en el 2006.

En esta ocasión, la cordada se ha enfrentado a una vía abierta en verano de 1992 por Patrick Gabarrou y Lionel Daudet. Una ruta que lleva por nombre «Aux amis disparus» (ED, 6b/A3) y que se encuentra en la Nez de Zmutt.

Sí, en la Nariz de Zmutt, en ese jardín secreto increíble de la cara norte del Cervino. Una sección casi irreal en un arco impresionante de roca pura y que contiene seguramente la sección más desplomada de los Alpes. La vía escalada por los franceses comparte «habitación» con la «Gogna-Cerutti», la «Freedom» de Jasper-Treppette, la «Piola Steiner» y la «Freetibet» de Gabarrou-Ravaschietto.

Frío intenso

Para empezar con la crónica de esta actividad, Glairon-Rappaz adelanta a GARA que esta escalada forma parte de un proyecto que quiere realizar en esta temporada invernal: «La ascensión a la «Aux amis disparus» es el primer acto de una «Trilogía«. La primera me ha llevado al Cervino, y las otras dos a las Grandes Jorasses y al Eiger. Todas ellas en plena cara norte y por vías técnicas. La primera ya me la he embolsado, y estoy parado temporalmente por culpa de la mala meteo».

El invierno en los Alpes, sobre todo para este tipo de actividades técnicas y de compromiso, no está siendo nada benigno. La cordada francesa tenía entre manos otro objetivo, pero finalmente, por culpa de dichas condiciones, tuvieron que elegir otra línea: «Aux amis disparus» (ED, 6b/A3).

«Cambiamos de itinerario por las inestables condiciones que anunciaba la meteo y por las propias condiciones de la cara norte del Cervino. Este cambio nos permitió escalar en roca seca justo en la parte más vertical de toda la cara norte. La suerte a veces sonríe a los audaces», informa Glairon-Rappaz.

18 años después de la apertura en verano realizada por Gabarrou y Daudet, llegaba también de manos francesas la primera ascensión completa de la ruta y la primera invernal. Casi dos décadas sin actividad en esa vía llama la atención. El alpinista francés nos da su opinión: «Pienso que el Cervino tiene en general una mala reputación, sobre todo por la calidad de su roca que es bastante mala. Las invernales allí son bastante raras, ya que, entre otras cosas, el descenso de la cima es bastante peligroso. En fin, esta cara norte tiene fama de ser fría y expuesta a los vientos norte y oeste. Quizás esto explique lo que me comentabas. Todas las vías de la Nez de Zmutt han sido abiertas en verano, y, excepto la «Gogna-Cerutti», las demás no se repiten o sólo ocasionalmente», recuerda.

En total, fueron cinco jornadas de actividad entre el 18 y 22 de enero: cuatro jornadas de ascenso y una de descenso. La bajada la realizaron por la arista Hornli, y, según los protagonistas, fue muy épica por la abundante cantidad de nieve.

«La primera fue una gran jornada, muy laboriosa y física por pendientes y goulottes durante unos 400 metros. Nos llevó tres horas hundiéndonos hasta la cintura en nieve fresca. Todo ello para superar la rimaya. En la segunda escalamos 150 metros en 4 largos en la parte baja de la Nez de Zmutt. Mixto de M6+ y artificial de A2/A3. Hicimos un vivac incómodo al pie de la parte más desplomada. También nos dio tiempo para fijar los primeros 20 metros del siguiente largo. Le siguió otra jornada con 150 metros en 3 largos de A2/A3. El vivac lo organizamos a la salida del desplome. Y llega el último día. Por delante teníamos otros 150 metros y 3 largos en libre muy expuestos en placa vertical para salir a la arista Zmutt. Tras recorrerla, sólo nos quedaba hacer cima», señala Glairon-Rappaz.

Una sobresaliente actividad en plena temporada invernal cuya particularidad reside en la excepcional verticalidad de su roca con un largo en el filo de la «nariz» de Zmutt que tiene un desplome de 15 metros. «Más desplomada que la «directe de l´amitie» en las Jorasses, mi referencia en materia de verticalidad, dificultad y compromiso. Es de las más emblemáticas y maravillosas vías de los Alpes. Conjuga todas las disciplinas del alpinismo», opina el alpinista francés.