Dos mil personas rechazan ante los ministros europeos «la UE del capital»
Dos mil personas se manifestaron en Donostia «Contra la Europa del Capital. Por una Europa de los Pueblos y de los trabajadores». Más de treinta organizaciones sociales, sindicales y políticas llamaron a este acto ante la presencia de los ministros de Competitividad de la UE-27. Al término del encuentro, una representante de LAB y otro del PCE-EPK denunciaron que la UE «sirve a los intereses de las multinacionales» y «reduce los derechos de los trabajadores».
O. LLORENTE-J. BASTERRA |
Más de 2.000 personas se manifestaron en Donostia ayer «contra la Europa del capital. Por una Europa de los pueblos y de los trabajadores», aprovechando el inicio de la reunión de los ministros de Industria, Innovación y Competitividad de la UE-27. La respuesta ciudadana llegó después de la convocatoria de más de 30 organizaciones sindicales, sociales y políticas.
Representantes de la organización de la protesta recordaron a GARA que la marcha «ha sido positiva» porque «fue capaz de aglutinar a diversos sectores de la sociedad pertenecientes a diferentes partidos, sindicatos y organizaciones».
La manifestación partió desde el Boulevard y terminó ante el palacio Miramar cantando La Internacional. Lourdes Eraso, de LAB, y Jon Hernández, del PCE-EPK, leyeron un comunicado en euskera y en castellano en el que, en primer lugar, se denunció que se intentó ocultar «hasta el último momento» la reunión informal de ministros de Competitividad de la UE para «entorpecer cualquier acto de protesta, para intentar dar una imagen de normalidad ante el mundo en torno a un país que vive un conflicto político, como es Euskal Herria».
Entramado antidemocrático
En el comunicado final, Eraso y Hernández, remarcaron que «la UE ha demostrado ser un entramado institucional antidemocrático, que niega el derecho a decidir de los pueblos de Europa y a su clase trabajadora, al servicio de los intereses de las multinacionales y de las élites de los estados miembros. Sirva el ejemplo -según expresaron- la orientación economicista y contraria a los derechos sociales básicos del Tratado de Lisboa, aprobado sin consultar a la ciudadanía, salvo en Irlanda, por imperativo legal».
La marcha estuvo vigilada estrechamente por numerosas dotaciones de la Ertzaintza y por un helicóptero de la Policía vasca, además de la policía española. Transcurrió por una zona de la capital guipuzcoana distante del Kursaal y el Centro Cultural de Tabakalera, donde se celebran los actos oficiales de la cumbre ministerial. Representantes de la izquierda abertzale, de Ezker Batua, Alternatiba, Aralar y Zutik encabezaron la manifestación, que ha sido convocada por una plataforma de treinta organizaciones de la que formaban parte también sindicatos como ELA, LAB, CCOO, ESK CNT, STEE-EILAS y numerosas organizaciones sociales como Euskadiko Gazte Kontseilua (EGK), AHT Gelditu Elkarlana, Askapena, Asociación Republicana de Irun, Eguzki, Ekologistak Martxan y, entre otros, Irungo Bilgune Feminista.
La manifestación fue bastante colorista con diferentes pancartas. Entre otras una de LAB: «Langileeen Europaren alde, aberastasuna banatu» y otra en la que se leía «Aldaketa politiko etra soziala!», sin firmar,
Hubo banderas de CCOO, del PCE-EPK. Al pasar por el túnel del palacio Miramar se escucharon gritos de «independentzia» y «jo ta ke, irabazi arte».
El texto final, leído por Lourdes Eraso y Jon Hernández, también denuncia que para servir a los intereses de la élite económica, «la UE no duda en rebajar las condiciones laborales y en facilitar los despidos y la destrucción de empleo, como demuestra la doctrina de la `flexiseguridad'; igualmente defiende con todo su aparato diplomático las estrategias comerciales y empresariales abusivas de las empresas europeas en países del Sur». Por lo que denunciaron el «neocolonialismo» que potencia la UE con los tratados comerciales.
Las 33 organizaciones señalan en el manifiesto que «en paralelo a este apoyo explícito a los intereses de las élites, se produce una desprotección premeditada de los ciudadanos europeos» y denuncian «el desmantelamiento y la privatización de los servicios públicos promovida por la Comisión Europea». Añaden que «los servicios públicos no deberían ser negocios, sino derechos básicos de las personas». También critican la estrategia sobre el medio ambiente, la introducción de la directiva Bolkestein, la políticas de transporte, agricultura y, de finanzas y, entre otras, de educación, que se supeditan al objetivo económico y se concreta n en un mayor expolio del medioambiente».
Mientras eso ocurría en las calles de Donostia, la ministra española de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, inauguró la reunión informal, que del ministros europeos de Competitividad. Dijo que se tomará conciencia del compromiso científico con el desarrollo de la «dimensión social, necesaria para avanzar contra la exclusión». Los ministros estarán hasta el martes en Donostia. J. B.