Cuatro de cuatro
Vuelve el mejor equipo del mundo
No fue un partido sencillo, como cabía esperar, pero los rojillos, a base de oficio, paciencia y saber aguantar, noquearon al Tenerife y sumaron su cuarta victoria liguera consecutiva, algo que no sucedía desde hace algo más de tres años, con Ziganda en el banquillo.
OSASUNA 1
TENERIFE 0
,Natxo MATXIN
Desde diciembre de 2006, Osasuna no encadenaba cuatro triunfos consecutivos en Liga. Merced a tan meritoria racha, amén de su trayectoria europea en la Copa de la UEFA, la escuadra navarra era considerada la mejor del mundo durante el citado mes. No es que ahora el juego de los de Camacho se pueda considerar como el más destacado del planeta, pero al menos los resultados lo avalan.
La practicidad rojilla le aúpa a una posición más que cómoda, novenos con 29 puntos, a seis de luchar por una competición europea -que nadie lance las campanas al vuelo ni sueñe más allá de lo razonable- y, lo que es más importante, a once de los puestos de descenso. La permanencia es el objetivo y, de continuar esta trayectoria, está cada vez más próximo.
Como a cualquier equipo en racha, tampoco es que le haga falta desplegar un fútbol de kilates para hacerse con el triple. Ante el Tenerife firmó dos buenos tramos en los inicios de ambas partes para llevarse el gato al agua. Eso sí, cumplió con la máxima que su técnico había exigido de antemano: mantener la intensidad y, en especial, la seguridad defensiva. Osasuna sólo ha encajado un gol en estos cuatro últimos partidos y eso no es cuestión baladí.
Lo máximo que concedió la escuadra navarra al Tenerife fue un balón largo a falta de dos minutos para el final y que el rápido acoso de los centrales sobre Nino evitó un remate preciso y un error en cadena en el 31 que desbarató finalmente Ricardo. Lo demás fueron disparos desde fuera del área con escaso atino y balones colgados al área rojilla, achicados la mayor parte de las veces con facilidad por la línea zaguera.
Bien es cierto que el choque no fue bonito para el espectador: trasiego constante en la medular, mucho envío largo, los pivotes más pendientes de destruir que de generar, escasas neuronas para construir -excepción hecha de Camuñas-, pelea constante de los de arriba... Vamos, lo previsto.
En esa refriega, los anfitriones tenían más que ganar que un Tenerife que arribaba a El Sadar con el corazón contraído, agarrotadas sus piernas por la situación clasificatoria y con el constante miedo en el cuerpo a encajar un gol. Una sensación perfectamente comprensible para quienes no hace mucho la padecían en carne propia y de la que, como habían hecho con anterioridad otros rivales, se querían aprovechar los locales.
Aranda, el ejecutor
Pero, sin duda, costó conseguirlo. Los de Oltra, que combinaban bien de medio campo hacia adelante, eran auténticos flanes en flancos y defensa. Sabedor de ello, Osasuna indagó en los puntos flacos visitantes, pero su pericia se estrelló contra el saber hacer de Aragoneses -espectacular su parada en el ocho a remate de cabeza de Pandiani- o la falta de puntería en los metros finales.
Fieles al estilo que trata de imponer su míster, los rojillos no se desesperaron, continuaron sin dejar desguarnecidos sus cuarteles de invierno -los isleños se habían desperezado a base de tiros lejanos- y esperaron a la ocasión que desequilibrara el envite. Y llegó cuando el contrario dio la sensación de estar todavía descansando en vestuarios. El pillo Camuñas ya se había dado cuenta hacía tiempo de la lentitud de los centrales canarios y metió un balón picado al persistente Aranda, para que el malagueño, con un suave toque, se reivindicara como goleador y alcanzara a Juanfran en dicha faceta, con tres dianas en el haber de ambos.
El tanto anulado a Mikel Alonso por claro fuera de juego un minuto después y un disparo mordido de Nino puso de manifiesto que el encuentro no estaba cerrado ni mucho menos, pese a que los encarnados se olvidaran ya de la meta rival. De hecho, a Osasuna le faltó cierta dosis de sosiego para saber jugar con el electrónico a su favor y sufrió más de lo esperado en el último tramo, pero cuando la diosa fortuna está de tu lado, hasta los contrarios fallan lo que parece imposible.
Se está convirtiendo en costumbre, pues la plantilla osasunista volverá a guardar descanso a lo largo de la jornada de hoy y regresará al trabajo mañana a las 17.00. Será entonces cuando los de Camacho comenzarán a preparar el choque dominical contra el Sevilla.
El técnico osasunista, José Antonio Camacho, sacó pecho por la reciente trayectoria liguera de sus pupilos. «Resulta muy difícil conseguir cuatro victorias seguidas en una liga tan complicada como ésta, pero cuando tenemos mentalidad e intensidad, somos un equipo muy peligroso. Los míos han defendido hoy muy bien cuando han debido hacerlo», explicó orgulloso.
Fundamental la concentración, pero también el acierto. «Está claro que el gol te da otras posibilidades diferentes de jugar, hemos saltado al terreno de juego muy fuertes, con la idea de ganar, creando ocasiones y al final lo hemos conseguido. Además, no nos han hecho muchas ocasiones de gol», resaltó en cuanto a la faceta defensiva de la escuadra navarra.
«Hay que seguir en esta línea de trabajo, que da frutos y que no la hemos variado para nada en estas últimas semanas porque las rachas vienen y van», añadió el de Cieza, quien destacó el hecho de que Aranda hubiera anotado porque, como todos los delanteros, «son los que más viven del gol, pero también es importante generar oportunidades». En cuanto a la entrada de Rúper en el once, Camacho lo basó en el hecho de que «depende de como vea a los jugadores durante la semana» y vaticinó que «seguro que Patxi (Puñal) juega en Sevilla».
Por su parte, el míster del Tenerife, José Luis Oltra, reconoció que a su conjunto «le falta convicción en el último pase, en jugarse el uno contra uno, estamos atenazados, nos falta ese último pasito». No en vano, los isleños han entrado en una espiral dañina de difícil solución. «Llevamos varias jornadas en zona de descenso y hay muchos aspectos negativos que afectan, nos hacen falta un par de victorias seguidas».
N.M.
El equipo cadete femenino de Uharte fue homenajeado en los prolegómenos del partido. Lleva tres años y medio sin perder y, si este fin de semana prolonga su racha, cumplirá 100 encuentros sin hincar la rodilla. El logro se celebrará por la tarde en el frontón de la localidad.
Josetxo Romero fue padre de su segunda niña, que se llamará Leire, durante la madrugada del sábado al domingo. A la espera de que se produjera el feliz desenlace, el defensa irundarra no entró en la convocatoria de Camacho para jugar frente al Tenerife.
Camacho contará con dos importantes bajas para el próximo encuentro en el Sánchez Pizjuán. Tanto Azpilicueta como Aranda vieron su quinta tarjeta amarilla -primer ciclo para ambos- y se verán obligados a guardar un encuentro de sanción frente a los hispalenses.