Bajo el argumento de las medidas de seguridad que la Policía autonómica colocó ayer en el BEC de Barakaldo ante la visita de los reyes españoles al partido de baloncesto de la Copa, los policías bajo mando del consejero Rodolfo Ares destrozaron el vehículo del juntero independentista alavés Aitor Bezares.

A las 11.00 de la mañana de ayer la Ertzaintza se puso en contacto con Aitor Bezares, juntero de la izquierda abertzale en Araba, para indicarle que debido al protocolo especial aplicado por la visita del rey español a Bilbo su furgoneta era sospechosa y que si no se personaba en el espacio de dos horas entrarían a inspeccionarla.

El vehículo del juntero alavés se encontraba estacionado en el parking del BEC de Barakaldo porque la víspera había acudido a ver el partido de baloncesto del Caja Laboral. Cuarenta minutos después de recibir la llamada telefónica de la Policía autonómica, el cargo público independentista recibió una segunda llamada telefónica en la que le advertían de que no era necesario que se personase en el parking, porque ya habían entrado en la furgoneta, casi hora y media antes del plazo otorgado por ellos mismos a Bezares.

Consecuencias «colaterales»

Al llegar al parking del BEC, Bezares encontró que, además de romper una luna trasera y forzar la puerta, los ertzainas habían destrozado también incluso la silla que emplea para llevar a su hija en el vehículo.

En declaraciones a GARA, Bezares aseguró que «el registro fue totalmente desproporcionado y que la Ertzaintza sabía quién era yo cuando me llamó». El juntero criticó no sólo la visita del rey español a Bilbo, sino este tipo de consecuencias «colaterales» que muestran en qué consiste en realidad ese «protocolo de seguridad» aplicado por la Ertzaintza. Al respecto, el de Bezares no fue el único vehículo que fue registrado a la fuerza por la Policía autonómica.