ALAVÉS 1

RACING DE FERROL 0

Porque hay quien aún no ha perdido la fe en este equipo. Porque hay contadas ocasiones en las que el Alavés enseña alguna brizna de luz y muestra maneras de aquello que se le supone debía hacer. Y, cómo no, porque en una liga en la que los empates reinan una victoria da vida, el Alavés se aferra de nuevo con fuerzas a los puestos altos de la clasificación. Eso sí, como el sufrimiento siempre endulza estas situaciones, cabe destacar que el gol de la victoria llegó en el minuto 93. Casi nada.

Tras un eléctrico inicio del cuadro local, la historia se repitió. Poco a poco la balanza volvió a desequilibrarse del lado del visitante mediados los primeros veinte minutos, y aprovechando que el Alavés no lograba enlazar jugadas entre la medular y la punta de ataque, el Ferrol subió líneas, tomando gradualmente el control del duelo. Muestra de esa superioridad fueron los numerosos corners y faltas peligrosas que marraron los gallegos antes del descanso.

Descontento con las pocas opciones de su equipo en el primer tiempo, Ocenda decidió meter toda la carne en el asador tras el descanso. Así, quitó del terreno de juego a Morcillo, para sacar a Reguero, con un perfil netamente ofensivo.

La teoría de acción reacción tuvo entonces la primera aprobación científica en Mendizorrotza. En el minuto 47 Igor Martínez controló un complicado balón fuera del área, se acomodó para el disparo, y con el punto de mira puesto en la escuadra, el seco disparo del delantero alavés se escapó a pocos centímetros del larguero.

Como suele quedar feo perder las viejas costumbres, el Alavés volvió a reducir su rendimiento de manera inexplicable. Los babazorros, muy desatinados en los pases, y poco activos en los desmarques, dejaron de amenazar la portería ferrolana.

Sin embargo, esta vez el Alavés se rehizo, y la última fase del partido ¯salvando un peligroso remate de los hombres de Luisito¯ fue un monólogo ofensivo de los locales. Primero llegó una doble ocasión que falló Igor, y después fue Arriaga el que desechó una gran oportunidad. El ermuarra recibió de nuevo un buen balón en posición ventajosa, corrió medio campo hasta plantarse delante del guardameta rival, pero su disparo se marchó por pocos centímetros a la derecha del marco gallego. El mismo Arriaga falló otro tiro sin oposición, e Igor Cuesta hizo lo propio con un disparo desde la frontal del área.

Todo estaba muy oscuro; y entonces se hizo la luz. Dentro del barullo final, y en un demarraje a la desesperada Dani Bouzas logró enviar el balón al fondo de las mallas, donando al Alavés tres puntos claves. ¡Uf!

ALAVES-FERROL

Joseba Arriaga

Sigue siendo el jugador más incisivo del Alavés. Cierto es que ayer erró algún disparo franco, pero sus apariciones deben ser vitales para seguir sumando puntos.