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SEGUNDA No ganaron ninguno de los trece primeros

La Real, sin jugar bien, no mereció perder en Girona

Un penalti por mano de Ansotegi permitió al cuadro local jugar 70 minutos como le convenía y el árbitro no quiso castigar igual otra jugada similar en el área gerundense. Los realistas tuvieron más ocasiones.

GIRONA 1

REAL SOCIEDAD 0

Joseba ITURRIA

La Real encajó una derrota inmerecida en un partido decidido y condicionado totalmente por el penalti señalado a Ansotegi por una mano similar a la que se dejó sin sanción en el segundo tiempo a Galán. Fueron dos centros laterales desde la banda derecha en los que los dos defensas interceptan la trayectoria del balón con las manos despegadas del cuerpo. Ninguna de las dos manos es voluntaria, pero los árbitros hace tiempo que han dejado de sancionarlas por su interpretación de la voluntariedad. Así, el 95% de las manos sancionadas con penalti no son voluntarias y se castiga la mala suerte, porque es muy difícil saltar o ir a interceptar un balón en el área con las manos pegadas al cuerpo.

Lesma López debió sancionar las dos manos por igual. No impartir justicia en estas jugadas motivó que la Real perdiera un partido en el que tuvo más y mejores ocasiones. Sin jugar bien, estuvo mejor incluso que en la mayoría de los partidos disputados fuera de casa, sobre todo en el segundo tiempo. La diferencia es que la fortuna que en otras salidas acompañaba a la Real le dio la espalda en el balón que golpeó en la mano de Ansotegi. Hasta ahora los arbitrajes eran bastante favorables, pero ayer tocó uno cuyas decisiones fueron contrarias. Y en otros desplazamientos la Real sacaba petróleo de sus escasas ocasiones y en Girona en los primeros 47 minutos Bueno, por dos ocasiones, y Nsue tuvieron opciones muy claras para marcar y las desaprovecharon.

Y el Girona no necesitó fabricar ninguna al margen del gol hasta que Moha comenzó su buena segunda parte en el minuto 53. Le bastó con ese penalti que le permitió jugar como le gusta, a la defensiva sin el balón, y con que en el minuto 64 Lesma López no mantuviera el mismo criterio en su área.

Esos tres errores en el remate de los delanteros realistas y las dos decisiones arbitrales que condicionaron el partido provocaron que el Girona se pasara desde el minuto 25 con dos líneas de cuatro situadas muy juntas cerca de su área. La Real siguió su trayectoria de juego de los últimos partidos, sobre todo fuera de casa, con problemas en la elaboración al jugar con dos medios centros defensivos que se agravan con la baja de Xabi Prieto, pero mejoró sensiblemente en los últimos veinte minutos con los cambios. 

A todos les cuesta ganar

El problema es que a la Real, como a todos los equipos de Segunda, no les sobra la calidad y resulta difícil ganar los partidos. Y si durante 70 minutos tienes a un equipo que se dedica a defender ordenado muy junto sin asumir riesgos es complicado crear ocasiones. Es cierto que Lasarte debió retirar antes a uno de sus dos pivotes defensivos para atacar esa telaraña y que es cruel con Nsue al condenarle a jugar pegado a la banda cuando es el jugador más desequilibrante por velocidad y potencia que tiene el equipo y baja muchos enteros cuando se le pega tanto a la cal que delimita al campo.

Incluso en el caso de colocarlo en la derecha en lugar de Prieto debería jugar como lo hacía De Paula en sus primeros años con Irureta, como un segundo delantero que nunca jugaba en la banda y lo que hacía era llegar al remate desde ese carril. Pero al margen de cuestiones tácticas, la Real hizo más que el Girona para ganar y jugó como debía en el segundo tiempo cuando Lasarte colocó a un jugador de banda, al mejor delantero que tiene y permitió a Sergio demostrar que es un jugador muy útil para llevar la iniciativa en las últimas medias horas de los partidos. Sobre todo ahora que es la mejor opción para que Mikel Aranburu pueda jugar donde mejor rinde, como pivote más ofensivo.

Porque Lasarte acertó con los cambios y el equipo mejoró con ellos. Para jugar contra un rival que está tan bien colocado en defensa y en un campo tan estrecho no está mal tener, al margen del penalti no sancionado, cinco ocasiones muy claras en la última hora de partido para empatar, aunque la clave estuvo en la sexta que falló Bueno tras un gran servicio de Griezmann poco antes del gol gerundense.

Por eso no son de recibo algunas críticas que se podían escuchar ayer tras el partido a los jugadores de la Real, que tuvieron una actitud y un juego aceptable. Y más en una jornada en la que no ganaron ninguno de los trece primeros y tras la que el cuarto queda a siete puntos y el Betis a once tras superar las cinco jornadas jugadas no sólo sin Xabi Prieto, también sin Estrada, y de jugar casi toda la Liga sin Zurutuza, una baja por lo menos tan complicada de cubrir como la del donostiarra.

Algunos quieren subir en abril, pero el fútbol de Segunda no es tan fácil y poco más se le puede pedir al equipo. Porque si sigue así y no escucha al entorno y no se vuelve todo en contra como en las últimas jornadas, la Real subirá. Pero le va a costar, como a los demás, ganar cada partido y hay que ser más justos con la actitud del equipo.

Porque el partido no fue bonito, pero tampoco lo han sido la mayoría de los que ha ganado la Real. Lasarte ha apostado por hacer un bloque sólido con algunos jugadores con más experiencia que calidad y dos de los que mejores cualidades tienen, Elustondo y Nsue, no pueden rendir a su nivel porque sufren en posiciones en las que no están cómodos. Y el único que juega cómodo en partidos como el de ayer, porque el Girona no presionaba apenas hasta los últimos 35 metros, Diego Rivas, bastante hace con el nivel que ha dado con el balón en los últimos partidos. Porque no es lo suyo y tampoco cabe pretender que sea el otro pivote el que inicie el juego, como si esto fuera balonmano, cuando se puede poner a un jugador para defender y a otro para atacar.

En el fútbol la defensa y el ataque están unidos y todos tienen que defender y atacar. Y si un medio centro juega tan cerca de los centrales es el que debe iniciar el juego porque es el que menos presión tiene y el único centrocampista que puede jugar de cara. Porque si el otro pivote se pone detrás suyo como hace Elustondo para intentarlo se encuentra con que tiene que recibir de espalda a la altura de los centrales, darse la vuelta y comprobar que delante sólo tiene a Nsue perdido en la banda y a Griezmann, Aranburu y Bueno rodeados de seis defensas. Por eso Rivas y Elustondo se solapan y hay que elegir entre los dos cuando hay que afrontar un entramado tan serio y defensivo. 

Un penalti y poco más

Por eso mejoró la Real en el segundo tiempo tras ser sacrificado Elustondo. El primero no deparó mucho más que un penalti en el que nada se le puede reprochar a Ansotegi, porque salta con los brazos extendidos por ir desequilibrado en la difícil disputa con Calle. Al margen de esa jugada, los blanquiazules tuvieron las mejores ocasiones en dos errores de marcaje de los locales en el juego aéreo que no aprovecharon Bueno y Nsue para enviar a la red sendos remates claros de cabeza a centros de Griezmann y Elustondo.

El segundo tiempo comenzó con una falta inexistente sobre Bueno que sacó Griezmann y el delantero uruguayo cabeceó al larguero. Después Aranburu envió un buen disparo que salió fuera por poco, llegó el penalti no señalado de Galán, un remate difícil de Agirretxe y una buena jugada de Sergio, Aranburu y Rivas que acabó en gol anulado de De la Bella, que estaba unos pocos centímetros adelantado.

Por contra, y a pesar de todos los riesgos que corrió la Real, el Girona sólo tuvo en todo el partido ese remate de Moha ante el que Bravo se lució y una acción clara de Peragón en la que se dejó el balón atrás. Por eso, por ocasiones y por fútbol, la Real no mereció perder e hizo más que en otros partidos para ganar. Claro que algunos deben pretender que contra un planteamiento rival tan defensivo, en un campo tan pequeño y con el marcador en contra se hagan treinta ocasiones. Ni el Barça.

Lasarte quedó contento con sus tres cambios y lamentó no realizarlos con anterioridad

Martín Lasarte destacó que «no hicimos un gran partido, pero perder me parece un castigo muy grande» y fue autocrítico al señalar que «pude hacer antes los cambios, en el inicio de la segunda parte. Quizás el rival mermó físicamente y nosotros estamos muy bien, pero no nos alcanzó. Terminamos el partido bien y pudo estar motivado por los cambios que, aunque hayan sido correctos, fueron tardíos. Las tres modificaciones aportaron cosas y Mikel Aranburu más atrás nos dio aspectos importantes».

Se mostraba satisfecho con la actitud del equipo: «Hay derrotas y derrotas. Las victorias morales no me alivian, pero cuando un equipo pierde así dando todo hasta el final intentándolo y buscándolo con errores y aciertos en una línea ascendente... Hicieron un trabajo bueno defensivamente, no nos dejaron fisuras y las que hubo no las aprovechamos. Y luego hubo una jugada en la que me da la sensación de que hubo penalti. No suelo meterme con el tema arbitral, pero hoy no me quedaron claras las cosas».

Llegaba a plantearse si saber los malos resultados de los demás perjudicó: «Puede ser. Antes de salir la gente estaba muy bien, muy enchufada, queriendo conseguir el liderato, aunque a mí no me preocupa. Luego en el campo la cuestión fue otra, el rival tiene su estrategia. Es algo que debemos reflexionar. Nos suele ocurrir, tenemos 15-20 minutos en los que estamos adormilados y eso en el fútbol es mucho tiempo de regalo al rival. Que los demás rivales no se hayan acercado amortigua el golpe».

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Regreso en bus y descanso para los titulares

La primera plantilla realista regresó en autobús tras el partido a Zubieta, donde se esperaba su llegada a las cinco de la madrugada. Hoy tendrán descanso los titulares de ayer y los demás se ejercitarán a las 16.30. Mañana se entrenarán todos a las 10.00.

Viajes a Huesca de las peñas realistas

La Federación de Peñas ha organizado un viaje para el partido del sábado a las seis en Huesca (ETB). Saldrá a las siete de la mañana desde Irun y Donostia. El precio del viaje es de 20 euros y las entradas están garantizadas. Hay que llamar al 635-720989. Goazen Erreala organiza un viaje que saldrá a las nueve de la mañana desde el hotel Xanti y vuelve tras el partido. El precio con bus y entrada es de 50 euros y se debe llamar al 667-030705.

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