La representación legal del Comité Permanente de Euskotren explicó ayer, en el juicio celebrado en Bilbo, que el paro de 24 horas que siguió al accidente mortal de un maquinista el 8 de octubre de 2009 en Lezama fue una jornada de luto, consentida por la empresa, y no una convocatoria de huelga. Por ello, pidió la anulación de las sanciones impuestas por la compañía, que en el caso de algunos miembros del comité llevaron aparejada la rebaja de categoría laboral.

Por el contrario, la compañía sostuvo que el paro de 24 horas constituyó una huelga ilegal, ya que fue llevada a cabo sin la preceptiva comunicación a la empresa, ni a los usuarios y sin atender los servicios mínimos. Los representantes de la empresa reconocieron que habían pactado con los trabajadores, y dado su consentimiento implícito, a la realización de un paro de una hora como señal de duelo, pero afirmaron que no habían consentido un paro de una jornada completa. La defensa de los trabajadores, por su parte, sostuvo que esta actuación de la empresa llevó a los integrantes del comité a creer que contaban con el beneplácito de la compañía para su convocatoria. Apuntó también que el carácter de huelga de un determinado paro no viene determinado por su duración, sino por otras circunstancias y recordó que los trabajadores de la compañía, con el consentimiento de la dirección, habían desarrollado durante años paros de duración variable.

Movilizaciones

Coincidiendo con la celebración del juicio los trabajadores de Euskotren secundaron ayer un paro de dos horas, entre las 11.00 y las 13.00. En Bilbo más de dos centenares de empleados se reunieron en la estación de Atxuri y se dirigieron en manifestación hasta el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, donde se llevó a cabo la vista.