Empate ante el colista
Un penalti inexistente evita la victoria irundarra
Gorka Brit adelantó al Real Unión, pero el árbitro se inventó un penalti a diez minutos del final.
CASTELLÓN 1
REAL UNIÓN 1
GARA | CASTELLÓN
Diez minutos y un árbitro con miopía separaron al Real Unión de una victoria revitalizante, que no sólo habría dejado muy tocado a un rival directo, sino que, sobre todo, habría colocado a los irundarras a un paso de la salvación. Pero todos los merecimientos que acumuló el equipo guipuzcoano a lo largo del choque no pudieron hacer frente a las consecuencias del aciago minuto ochenta y, lamentablemente, las victorias morales valen poco a estas alturas.
Los de Iñaki Alonso empezaron apretando la salida de balón de los locales. Y poco más porque hubo demasiado juego aéreo, que provocó que ninguno de los dos contendientes fuera capaz de hacerse con la pelota. Aún así, el Real Unión tuvo la ocasión que podía haber abierto la lata. Aitor Sanz se llevó el balón y cruzó el área rival para sacar un derechazo enorme que acabó estrellándose en el palo y cuyo rechace tampoco pudo aprovechar Beobide al encontrarse en fuera de juego.
Hubo que esperar casi hasta el descanso para que el Castellón diese señales de vida. Lo hizo con una falta de Silva que salió rozando el larguero y un remate de Guerra ante el que se lució Xabi Jauregi para evitar un gol cantado.
Pese a la escasez de ocasiones castellonenses, Iñaki Descarga no lo estaba pasando bien con Silva e Iñaki Alonso movió ficha en el descanso. Gabarain saltó al césped y, con tres atrás y dos carrileros, el juego del Real Unión empezó a carburar. El premio fue inmediato porque a los doce minutos de la reanudación llegó el 0-1. Con mérito para Gorka Brit que, desmarcado y con la caña preparada, ejerció de finalilzador, pero también para Eneko Romo, autor de la jugada.
El gol dio vida a los unionistas y convirtió a su rival en un manojo de nervios. Algo con lo que supo jugar el Real Unión, seguro en defensa y saliendo a la contra. A los locales no les quedó otra que, con el cronómetro dando sus últimos coletazos, empezar a bombear balones al área. Y peligro no crearon demasiado, pero el gol del empate llegó. Aunque fuera porque Piñeiro Crespo imaginase un penalti. Ulloa agradeció el regalo anotando el 1-1.
El equipo de Iñaki Alonso no se resignó a tan cruel destino y poco faltó para que, en una recta final de locura, se saliese con la suya. Pero Lledó, superado el noventa, salvó a los suyos desviando a córner un buen remate de Brit. Así acabó la historia de lo que pudo ser y no fue.
Sampedro por Ferrando
La derrota del Nástic ante el Salamanca (1-2) le costó el puesto a César Ferrando que, junto a su ayudante Enrique Latasa, fue destituído anoche por la directiva tarraconense.
El club también informó del nombre de su sustituto. Se trata de Luis César Sampedro, que regresa así al equipo con el que consiguió el ascenso a Primera hace cuatro temporadas.
Iñaki Alonso no quiso liarla en la sala de prensa de Castalia, pero era evidente su insatisfacción con la actuación arbitral. Comprensible, porque el error de Piñeiro Crespo -además de al penalti, el técnico vizcaino también se refirió a algún fuera de juego, como poco, dudoso en una buena ocasión- privó a los suyos de un premio que habían merecido.
«Es una vergüenza, pero no me voy a calentar», intentó zanjar Alonso, buscando otro culpable del empate. «Creo que hemos cometido un fallo -aseguró- que es no haberle metido tres al Castellón. Ése es nuestro gran fallo». «Hemos tenido muchísimas ocasiones, pero también es verdad que no hemos tenido acierto», insistió, autocrítico.
Pero fue la única mácula que pudo poner Iñaki Alonso a su equipo, al que «sólo puedo poner un diez». «Para mí hemos hecho un partidazo -añadió-. Hemos venido a ganar, era lo que queríamos, ganar los tres puntos y hemos venido a hacerlo con determinación. La pena es que pasan cosas que muchas veces no podemos controlar. Hoy nos sacan del partido y nos quitan estos dos puntos que nos hemos dejado aquí».GARA
