GARA > Idatzia > Euskal Herria

Un tribunal chileno condena a dos años de prisión a José Ángel Arregui

Agustín GOIKOETXEA |

La defensa de José Ángel Arregui Eraña admitió ayer que el todavía profesor de la orden de San Viator disponía de imágenes de abusos sexuales a menores, lo que supuso que la Justicia chilena le condenase a 817 días de prisión -unos dos años y tres meses- por posesión de material pornográfico infantil. El religioso vasco, en la cárcel desde el 14 de agosto de 2009, tendrá que cumplir la pena efectiva, sin beneficios ni remisión posible.

A Arregui Eraña, según fuentes judiciales, aún le queda por cumplir más de año y medio de cárcel. Además, a partir de la condena, se pondrá en marcha, tal y como se anunció hace unas jornadas, el proceso en la congregación de los Clérigos Viatorianos para su expulsión. Sus superiores llegaron a decir que no existían denuncias y quejas contra él, aunque varios ex alumnos han hablado de «su fama de pederasta».

El religioso, de 53 años, comenzó en 1979 a impartir clases en un colegio de la orden en Arrasate y, según las investigaciones policiales, las 400 horas de videos pederastas que le han llevado a una prisión de Chile fueron grabadas entre 1992 y 2005 en centros de Basauri, Gasteiz y Madrid. Un informe sicológico que transcendió ayer asegura que Arregui Eraña confesó que las imágenes pornográficas infantiles le servían de «desahogo sexual» y que su perversión venía motivaba por «soledad y carencias afectivas».

Queda por aclarar si se presentan denuncias contra José Ángel Arregui en Euskal Herria y el Estado español, y si las autoridades españolas solicitan la extradición del profesor de San Viator. El Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid ha abierto diligencias y decretó el secreto del sumario dada su naturaleza.

Ante la sucesión de casos de pederastía en la Iglesia católica, la coordinadora Redes Cristianas, de la que forman varios colectivos vascos, ha emitido un comunicado en el que advierte del peligro de considerar a todos los sacerdotes culpables de esas prácticas. Asimismo, critican la postura de la Santa Sede: «Nos parece irresponsable e insuficiente: primero porque se ha tratado de ocultar el problema como si no existiera, y luego, cuando ya se ha hecho universalmente público, porque la Iglesia oficial no se ha sabido poner decididamente del lado de las víctimas».

«Nos parece que no basta con una simple y hasta dramática petición de perdón; es necesario algo más: restaurar la dignidad de las víctimas. La Iglesia -subrayan desde la coordinadora Redes Cristianas en su comunicado- debe colaborar con la justicia civil; no puede encubrir abusos sexuales sobre menores, tipificados como delito grave en el Código Civil».

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo