Maite SOROA | msoroa@gara.net
El mayor patinazo
Cuando el editorialista de «Abc» dice que Jaime Mayor Oreja «no estuvo muy atinado ayer a la hora de aproximarse al momento actual por el que pasa ETA» es que pintan bastos para el eurodiputado que vivió el franquismo con una «tremenda placidez». «El perro no come perro, ni el gorgojo come fierro» dice el proverbio español, por lo que cuando empiezan los mordiscos en casa ajena conviene más analizar la causa de la disputa que recrearse en la pelea.
Su siempre incondicional «El Mundo» también buscaba distancias respecto a Mayor Oreja: «Ciertamente una acusación tan grave como la formulada por Mayor Oreja necesita sustentarse sobre pruebas y el ex ministro no aportó ninguna». No me digan que no da un poco de risa oír a «El Mundo» pedir pruebas... ¡Como si muchos de sus artículos se caracterizasen por aportarlas! Está visto que piensan que ahora no tocaba.
Y agrega el editorialista de Pedro J. Ramírez que «da la sensación de que el dirigente del PP se aferra a unas ideas preconcebidas, que pudieron explicar lo que sucedió en el pasado pero que no encajan con lo que está sucediendo en el presente (...) las declaraciones de Mayor Oreja carecen de sentido, porque una cosa es que el Gobierno español esté intentando favorecer la ruptura de la izquierda abertzale que lidera Otegi con ETA, y otra que pueda existir una negociación política entre el Ejecutivo y la banda». O sea que lo que en realidad pretenden es romper a la izquierda abertzale. Éste es, y no otro, el objetivo a cumplir. Llevan tantos años en ello...
También Santiago González, en su columna de «El Mundo» le daba lo suyo porque, opinaba, con estas declaraciones «proporciona sal gorda mitinera a los Alonsos, Blancos, Pajines, etcétera. Y divide a su propio electorado en torno a la cuestión, sin aclarar definitivamente, de tensiones internas no resueltas tras la marcha de María San Gil». O sea, que la has liado parda, Jaime.
Y hasta Tonia Etxarri en «El Diario Vasco» sentenciaba que con estas declaraciones «el ministro del Interior que rescató a las víctimas del olvido, desmanteló el andamiaje de los mediadores y sacó del infierno a Ortega Lara, ahora ha saltado sin red a la escena. Y en una sociedad tan mediática como la nuestra, pagará un alto precio en imagen». ¡Qué frío va a pasar en Estrasburgo!