Las autoridades de los departamentos de Charente-Maritime y Vendée, los dos más afectados por el paso de la tormenta Xyn-thia el pasado febrero, se disponen a declarar como no habitables hasta 1.500 viviendas situadas en zonas inundables y que serán por tanto demolidas, según informó ayer «Le Journal du Dimanche». Esta tormenta dejó 53 muertos.

Según este diario, la medida afectará a entre 1.300 y 1.500 viviendas. Las autoridades están trabajando aún para delimitar las «zonas rojas» en las que a partir de ahora no estará permitido vivir. En el caso de Charente-Maritime, dos tercios de los inmuebles que se prevé demoler son primeras viviendas, lo que complica la situación. Los alcaldes serán informados el miércoles y después se notificará a los dueños.