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Mestalla sigue siendo gafe

Apegados a las aciagas tradiciones

Una vez más, los rojillos regresaron de vacío de Valencia y sin marcar, una costumbre que se está arraigando demasiado. La escuadra navarra tuteó a los locales durante la primera mitad, pero acabó cediendo en la segunda al salir un tanto relajada tras el descanso.

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VALENCIA 3

OSASUNA 0

Natxo MATXIN

Sigue el mal hábito de Mestalla. Osasuna se marchó una vez más del estadio ché sin anotar y encajando una derrota -van seis años consecutivos-, merecida si se tiene en cuenta los méritos de unos y otros. Es cierto que los de Camacho dispusieron de ocasiones, pero no lo es menos que los locales disfrutaron de bastantes más y ciertamente más claras.

Al cuadro encarnado le faltó punch en los metros finales -un mal endémico- y cierta tensión tras pasar por vestuarios, momento clave que decantó el litigio del lado valencianista. El equipo navarro sigue jugándose su claro objetivo, la permanencia, en su propio feudo y ahora deberá prepararse para dos choques decisivos con esa ventajosa condición.

Eléctrico. Así fue el inicio del duelo, donde los porteros ya tuvieron que justificar su sueldo. La más clara de las ocasiones, del lado rojillo. El problema, pues que el balón cayó a los pies de Aranda, quien una vez más demostró que los uno contra uno no son lo suyo. En la carrera le sacó una importante ventaja a su marcador, pero cuando encaró a César no fue capaz de superarlo. De haber anotado, el partido se hubiera puesto muy de cara.

Villa y Silva también las habían tenido por el lado ché en un encuentro en el que si algo hubo fue presión por parte de ambas escuadras; ninguna de ellas permitió que el rival pudiera manejar el cuero con comodidad. Fue una consigna clara de los dos técnicos: había que evitar como fuera que el enemigo pudiera estar holgado sobre el césped.

Consecuencia inmediata de todo ello fue la pérdida continua de balones, errores consecutivos y mucho centrocampismo, no exento de impulsos intermitentes cuando el enemigo dejaba desguarnecido alguno de los flancos. Camuñas vio tal circunstancia mediada la primera mitad cuando, cambiado de banda -Calleja y él lo hicieron con asiduidad-, penetró por la izquierda, dribló a quien le salió al paso y disparó con intención. Una pena que en el camino del esférico se encontrara el cuerpo de Fernandes.

Un minuto después, Vadocz no se lo pensó dos veces y protagonizó un chut muy lejano cuando Pandiani le dejó el balón franco. La pelota partió con visos de gol desde las botas del húngaro, pero fue desviando su trayectoria hasta convertirse en un susto para César, que hizo la estatua ante la imposibilidad de llegar al lanzamiento.

El Valencia despertó en el último cuarto de hora previo a la entrada a vestuarios. Un cabezazo de Villa obligó a realizar el paradón de la tarde a Ricardo, que sacó con los dedos un balón que ya se colaba pegado al poste a media altura y el cancerbero madrileño estuvo muy rápido para adelantarse a Mata cuando ya pensaba en percutir junto al punto de penalti.

Jarro de agua fría

Si Osasuna pensó que todo estaba hecho, se equivocó de pleno. Fueron suficientes dos minutos de la reanudación para que los anfitriones dieran un sopapo en toda la mejilla navarra. No sólo por el gol, sino por lo que les costó a los de Camacho recuperarse de un shock inesperado a todas luces.

Los de Emery pasaron a estar mucho más cómodos, mientras la escuadra encarnada era incapaz de devolver la moneda. Un cuarto de hora les costó a los de Camacho reponerse del golpe, aunque sin la concreción suficiente como para hacer peligrar la portería rival.

Pero poco a poco Osasuna fue adelantando líneas con valentía -el Valencia también cedió terreno, conocedor de su capacidad mortífera a la contra- y metiendo al adversario en su parcela. Pandiani y Nekounam tuvieron sendas de cabeza, pero no concretaron con la suficiente pericia como para ser algo positivo en el marcador.

Al fallar, el envite se puso del lado local. A Villa le bastaron dos lances para demostrar su olfato. En uno se adelantó a la zaga rojilla y en otro generó un penalti, que transformó en el descuento.

El descenso sigue a nueve puntos pese a la derrota

La goleada encajada en Mestalla no afectó a la posición clasificatoria de la tabla. De los rivales directos, sólo el Zaragoza consiguió sacar adelante su compromiso el sábado. En consecuencia, la distancia con respecto al descenso se mantiene en nueve puntos.

«Hemos salido muy tranquilos al inicio de la segunda parte»

Quizás Osasuna no mereció traerse nada positivo de Mestalla, pero tampoco acusar un castigo tan importante. José Antonio Camacho, técnico rojillo, lo vio así: «No creo que se pueda hablar de un repaso del Valencia porque hemos dado la cara, dispuesto de nuestras oportunidades y nos hemos ido hacia arriba. No vamos a encerrarnos a ningún campo», comentó orgulloso el murciano.

La diferencia estuvo en la relajación rojilla al comienzo del segundo periodo y la efectividad anotadora del rival. «Hemos tenido demasiada tranquilidad al empezar la segunda parte, perdimos un balón y llegó el gol. Además, ha triunfado el dinero del fútbol; es lo que valen Villa o Silva, es el gol, y contra estos equipos pues te ocurre esto», indicó el preparador rojillo.

Y este segundo apartado sigue siendo un problema para los suyos. «No lo es sólo para nosotros, sino también para otros equipos; hacemos demasiado trabajo en el campo para la poca compensación que recibimos. Nos pasó en el Calderón, en el Camp Nou y hoy (por ayer) aquí. Si no metemos gol y el equipo de enfrente tiene mucho...», dejó caer.

Camacho, además, se quejó amargamente de los dos últimos tantos recibidos. «Son dos jugadas muy dudosas, el penalti no ha sido y en la otra ha habido una falta en medio campo». Quizás por eso o por la polémica de la primera vuelta, el entrenador osasunista se las tuvo con su homólogo Unai Emery al acabar el choque. «De eso no hablo aquí, es otro problema diferente», se limitó a decir.

El hondarribiarra también restó importancia al lance y tuvo que hacer un esfuerzo extra para motivar a sus pupilos a lo largo del envite «porque si nos relajamos, en tres partidos nos pillan los que vienen detrás».

N.M.

Camacho y Emery tuvieron sus más y sus menos

Los dos técnicos de Osasuna y Valencia, José Antonio Camacho y Unai Emery, se las tuvieron a la finalización del encuentro, si bien la sangre no llegó al río. El preparador ché ya alimentó la polémica en la primera vuelta al exigir a los árbitros que pitaran con más dureza en El Sadar.

Azpilicueta llega a la cima de los centenarios

Su precocidad -debutó con 17 años y tiene 20- le va a permitir ser uno de los hombres importanes de la Liga. De momento, César Azpilicueta ayer cumplió su partido número 100 como rojillo, divididos entre 91 en competición liguera, 8 de Copa y uno en la UEFA.

El descanso será mañana y no lo habrá hoy

Como cualquier otra semana. Así será el plan de trabajo para los próximos siete días. Pudo dar la impresión de que Camacho daría descanso hoy también al ser festivo, pero no fue así. La plantilla osasunista guardará reposo mañana y luego prepará el choque ante el Zaragoza.

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